El Ejército de Israel ha confirmado este miércoles el fin de la operación militar lanzada el lunes en la ciudad cisjordana de Yenín, la de mayor envergadura en Cisjordania desde el final de la Segunda Intifada hace cerca de dos décadas, que se ha saldado con doce palestinos muertos y más de cien heridos, además de un soldado muerto en combate.

"Las fuerzas que operaron en el campamento (de refugiados) de Yenín han salido y las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han vuelto a actividades de rutina en Judea y Samaria --nombre bíblico de Cisjordania--", han indicado fuentes militares, horas después de que el Ejército iniciara su repliegue en la zona.

La operación, que no ha contado con un nombre oficial por parte del Ejército --aunque medios israelíes han indicado que fuentes militares hablan de ella como 'Casa y Jardín'--, fue lanzada en la madrugada del lunes y contó con la ejecución de bombardeos contra objetivos en el campamento de refugiados de Yenín.

El Ejército israelí ha indicado el objetivo principal era que el lugar "no sea un lugar seguro" para "terroristas" ante el repunte de la violencia en los últimos meses. Así, ha sostenido que en lo que va de año se han perpetrado 50 ataques armados que han tenido su origen en Yenín, descrito por Israel como "un bastión terrorista".

Asimismo, el portavoz del Ejército israelí Nir Dinar defendió el martes que la operación era "muy precisa" y afirmó que "el nivel de los combates fue más bajo de lo esperado", al tiempo que rechazó las acusaciones sobre un uso "excesivo" de la fuerza.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó el martes tras desplazarse a los alrededores de la ciudad cisjordana que era necesario "completar la misión" en la zona con el objetivo de "erradicar el terrorismo" de los grupos armados palestinos.

Escalada de la violencia

El aumento de las tensiones durante los últimos meses se ha saldado con la muerte de más de 185 palestinos y 25 israelíes, mientras se teme que pueda haber un estallido generalizado de violencia. Las tensiones han repuntado especialmente desde el 19 de junio, cuando una redada del Ejército de Israel en Yenín se saldó con siete palestinos muertos --incluidos dos menores-- y más de 90 heridos. Apenas un día después, cuatro israelíes murieron en un ataque cerca del asentamiento de Eli.

En este contexto, cientos de colonos llevaron a cabo ataques contra localidades cisjordanas, sucesos que se saldaron con la muerte de un palestino, mientras que el Ejército israelí mató a tres palestinos --miembros de Yihad Islámica y del brazo armado de Al Fatá-- en un ataque con dron cerca de Yenín.

Bombardeo sobre Gaza

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han atacado este miércoles varias posiciones del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) en la Franja de Gaza después de que anunciasen la "intercepción exitosa" de cinco cohetes lanzados desde el enclave hacia el sur de Israel, en el marco de un aumento de las tensiones por una operación del Ejército israelí en la ciudad cisjordana de Yenín.

"Aviones de combate han atacado recientemente un sitio subterráneo para la producción de armas que utiliza el departamento de química de la organización terrorista Hamás y un sitio para la producción de materias primas para los cohetes de la organización", reza un comunicado de las FDI.

Las autoridades israelíes han remarcado que "este ataque constituye un daño a la capacidad de la organización" de Hamás para "fortalecerse y armarse", asegurando que el movimiento "tiene la responsabilidad de lo que pasa en Gaza: "(Hamás) pagará por las violaciones de seguridad contra el Estado de Israel", aseveran.