El acuerdo alcanzado este lunes entre el Reino Unido y la Unión Europea (UE) para reformar el Protocolo de Irlanda del Norte introduce el llamado "freno de Stormont", un nuevo instrumento que permitirá a la Asamblea norirlandesa bloquear la aplicación de nuevas leyes comunitarias en la provincia.

Al anunciar el acuerdo marco en una rueda de prensa conjunta con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen en Windsor, el primer ministro británico, Rishi Sunak, dijo que el pacto "salvaguarda la soberanía" de Irlanda del Norte.

El documento introduce el bautizado como "freno de Stormont", por el nombre con el que se conoce a la Asamblea norirlandesa, que permitirá a esa provincia británica no solamente poder opinar acerca de las normas del mercado único de la Unión Europea (UE), al que sigue perteneciendo, sino también bloquear su aplicación en la provincia británica.

"Esto establecerá un proceso claro por el que la Asamblea elegida democráticamente puede pulsar un freno de emergencia" para introducir cambios en reglas comunitarias sobre bienes que tendrían un efecto "significativo y duradero" en su vida diaria, explicó el primer ministro.

Si este "freno" de Stormont se activa, el Gobierno británico podrá vetar la aplicación de esas nuevas leyes, en Irlanda del Norte agregó.

Ese instrumento confiere a las instituciones implicadas en el histórico acuerdo de paz de Viernes Santo (1998) en la provincia disponer de una nueva y poderosa salvaguarda, a juicio de Londres y Bruselas.

El pacto alcanzado hoy será sometido a votación en el Parlamento británico, según anunció hoy Rishi Sunak.

El líder del Partido Democrático Unionista de Irlanda del Norte (DUP), Jeffrey Donaldson, afirmó hoy antes de que se divulgara el acuerdo que su formación tardará cierto tiempo en analizarlo antes de decidir si respaldan sus términos.

"Nos tomaremos un tiempo para considerar los detalles y para comprobar si (el acuerdo) supera nuestras siete pruebas", indicó en Twitter el líder unionista, en referencia a las siete condiciones que el DUP considera que cualquier arreglo pos-Brexit debe cumplir para contar con su beneplácito.