roma. El Papa Francisco se reunió ayer durante 25 minutos en el Vaticano con el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, con quien abordó la compleja situación en Oriente Medio y su próximo viaje a Tierra Santa. Según una nota del Vaticano, ambos analizaron el momento actual en la región después de la reapertura de las negociaciones entre israelíes y palestinos. En la reunión se expresó el deseo de que se pueda llegar lo antes posible "a una solución duradera y justa, en el respeto de los derechos de ambas partes". Netanyahu llegó al Vaticano acompañado de una delegación formada por trece personas, entre ellas algunos militares y su esposa, Sarah.
Tras la reunión, Netanyahu explicó al Papa que su padre hablaba muy bien el español, pero que él no sabe nada. Después de contar esta anécdota, el primer ministro israelí regaló al pontífice argentino un libro escrito por su padre, Benzion, publicado en 1999 con el título Los orígenes de la Inquisición en la España del siglo XV.
En el volumen, el primer ministro israelí había escrito una dedicatoria en la que se leía: "A su santidad el Papa Francisco, gran custodio de nuestra común herencia".
Algunos periodistas israelíes explicaron que el primer ministro les relató durante el viaje que en el libro de su padre se defiende que durante el periodo de la Inquisición los católicos respetaron a los judíos.
Netanyahu también regaló a Francisco una menorá, el candelabro de siete brazos judío, mientras que el Papa entregó al primer ministro israelí una imagen en bronce de San Pablo.
La esposa de Netanyahu al despedirse dijo al papa Francisco que "le esperan" y aguardan con impaciencia su visita. En el comunicado del Vaticano, se confirmó que el Papa y Netanyahu abordaron la próxima peregrinación que Francisco hará a Tierra Santa.
El Papa argentino tiene previsto realizar el año que viene uno de sus "sueños", un viaje con el rabino argentino Abraham Skorka a Jerusalén.