Didier Deschamps, seleccionador de Francia, dijo ayer domingo tras perder la final del Mundial de Catar contra Argentina en los penaltis, que, ni aunque hubiera ganado el torneo, habría desvelado su futuro en el equipo galo, porque tiene pendiente una reunión con el presidente de la Federación Francesa de Fútbol. “Incluso si el resultado hubiera sido otro no habría respondido a esa pregunta hoy (por ayer). Estoy triste por los jugadores y por el cuerpo técnico. Me reuniré con el presidente”, explicó el de Baiona en rueda de prensa tras la derrota, en la que apuntó que su conjunto hizo “lo necesario para ganarse el derecho a soñar” con el título, tras igualar un 2-0 y después un 3-2. “Argentina tiene mucha calidad y ha puesto mucha agresividad sobre el campo. Lo esperábamos. No le quito mérito. Hemos vivido muchísimas emociones. Es algo cruel. Tocábamos el trofeo de cerca. No ha podido ser”, valoró.

Deschamps suma una década al frente de le bleu, desde que fuera nombrado seleccionador francés en julio de 2012. Durante su ejercicio en el cargo, el labortano alcanzó la gloria con la conquista del título mundial en Rusia en 2018, dos años después de resignarse con el agridulce subcampeonato en la Eurocopa de Francia.