Lo que cambia y lo que no en los SEAT Ibiza y Arona
Ibiza y Arona muestran un diseño más expresivo, un interior más acogedor y mejoran su equipamiento de conectividad y seguridad; repiten el repertorio motriz
La del Ibiza y el Arona es una renovación con sordina, de esas que comportan un montón de pequeñas y significativas modificaciones que, no obstante, apenas alteran la fisonomía conocida. Ahí radica, con toda probabilidad, la clave del éxito de una puesta al día eficaz, que actualiza la imagen sin transformarla. Así que para detectar los cambios, poco perceptibles a primera vista, hay que prestar atención a los detalles. Lo que no varía, por ahora, es el abanico motriz, que prepara una alternativa con electrificación parcial para el año que viene.
Es posible que las personas más observadoras o conocedoras del producto sí reparen en que el dúo estrena facciones. Son novedosas pero coherentes con el estilo conocido. El semblante exhibe a partir de ahora una parrilla hexagonal, provista de rejilla en forma de diamante con un sofisticado acabado mate/pulido. La escoltan unos faros (Full led de serie en todos los acabados) con forma de punta de flecha que acogen una nueva firma lumínica. El Arona desplaza los proyectores antiniebla al paragolpes, recalibrado para realzar su naturaleza SUV.
Los envoltorios de uno y otro modelo no presentan más variaciones que algunas líneas de expresión recalcadas. Ambos reciben vistosos diseños de llantas de aleación (de 15 a 18 pulgadas en el Ibiza y desde 16 en el Arona). Cuentan también con un abanico cromático más amplio tras la incorporación de tres tonalidades. El crossover propone, asimismo, dos opciones bicolor con techo en contraste (negro o gris).
La ambientación interior progresa adecuadamente sin desembarazarse del todo de la sobriedad estética habitual. El salpicadero presenta una zona superior de tacto blando y recurre a materiales plásticos oscuros bien ensamblados. Los revestimientos textiles de las contrapuertas y las nuevas tapicerías propician una puesta en escena más esmerada. Las versiones con el acabado superior FR alcanzan un cierto grado de refinamiento deportivo gracias a los asientos Bucket, al volante multifunción guarnecido en cuero perforado y a los aireadores con contorno iluminado.
Al empaque general de Ibiza y Arona contribuye la presencia de la pantalla flotante de infoentretenimiento que preside la consola frontal; la de serie es de 8,25 pulgadas y de 9,2 la opcional. El cuadro de instrumentos Digital Cockpit tiene 8 pulgadas en las versiones de acceso a la gama y pasa a ser de 10,25 a partir de la terminación media Style.
La definición más modesta y menos costosa sale de fábrica bastante bien pertrechada: A los elementos ya mencionados (faros Full led, pantalla táctil de 8,25 pulgadas y cuadro de mandos Digital Cockpit de 8) suma sistema Full Link, sensor de aparcamiento trasero, aire acondicionado, cuatro elevalunas eléctricos, además de llantas de aleación. El Ibiza y su alter ego SUV también actualizan las ADAS o ayudas a la conducción: control de velocidad de crucero, asistente de mantenimiento de carril, reconocimiento de señales de tráfico, asistente de frenada automática de emergencia con protección de peatones y ciclistas, sistema de llamada de emergencia, etc.
La ambientación Style agrega cuadro de mandos Digital Cockpit de 10,25 pulgadas, volante deportivo multifunción en cuero perforado, tapicería premium y aireadores en color. El paquete Style+ (200 € más en Ibiza y 100 en Arona) añade climatizador bizona con iluminación ambiental en los aireadores, control adaptativo de velocidad de crucero, asistente de luces, cargador inalámbrico de 15W refrigerado, cámara de visión posterior, cristales oscurecidos y retrovisores exteriores con plegado eléctrico.
La puesta en escena deportiva FR se completa con suspensión especial, asientos Bucket y decoración específica (volante deportivo, paragolpes y el anagrama FR grabado con láser en el pilar B). El paquete FR+ añade tecnología: apertura y arranque sin llave, ACC + Asistente de luces automáticas + Asistente de ángulo muerto, sistema de aparcamiento automático (Park Assist), y selector de modos de conducción (Arona).
A la espera de electrificación
SEAT ha anunciado que Ibiza y Arona recibirán su primera variante electrificada en 2026. Dispondrán de un sistema microhíbrido que la marca no ha concretado. El León cuenta ya con un motor así, el 1.5 MHEV a 48V, con 115 CV. A la espera de que se confirme esta opción lógica, el repertorio motriz de Ibiza y Arona es el mismo que hasta ahora. Ofrecen, por tanto, contrastados bloques de gasolina que aportan distintos grados de solvencia, y también de eficiencia. Las versiones con cambio manual quedan eximidas del impuesto de matriculación debido a sus bajas emisiones de CO2.
Abre la lista el motor MPI de 80 CV, asociado a caja de cinco marchas, asignado en exclusiva al Ibiza. Lo seguirá una próxima variante TSI de 95 CV. Por encima de ella aparece la TSI de 115 CV, con caja de seis marchas, manual o automática DSG; quizá sea la versión más equilibrada del menú para un uso convencional de uno y otro modelo. Las personas más temperamentales al volante disfrutarán con la aportación del solvente bloque 1.5 TSI de 150 CV, único cuatro cilindros de la gama, asociado a transmisión DSG de siete relaciones; su sistema ACT permite rodar con dos de los cilindros desconectados cuando las circunstancias lo propician para ahorrar gasolina y evitar humos.