Lo que dice la DGT sobre usar el teléfono en los semáforos
Mirar al móvil mientras esperamos a que el semáforo se ponga en verde es una práctica muy común entre los conductores de todo el mundo
La Dirección General de Tráfico (DGT) es clara: no se puede usar el teléfono móvil mientras se conduce, incluso si el vehículo está detenido en un semáforo en rojo o en medio de un atasco. La ley no distingue entre circular en movimiento o estar parado momentáneamente, porque el conductor sigue teniendo la responsabilidad de mantener la atención. El Reglamento General de Circulación establece que el conductor debe mantener la atención permanente en la conducción, lo que implica que cualquier manipulación del móvil con la mano constituye una infracción grave.
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Esto significa que responder un mensaje, mirar redes sociales, consultar un correo o incluso desbloquear el dispositivo en un semáforo está considerado una distracción al volante. El hecho de que el vehículo no avance no implica que esté fuera de la vía ni que el conductor esté exento de su obligación de vigilancia.
Multas y retirada de puntos
Las consecuencias de incumplir esta norma son relevantes. La multa asciende a 200 euros y la sanción se completa con la retirada de seis puntos del carnet de conducir si el dispositivo se manipula con la mano. Aunque el uso de sistemas de manos libres homologados es legal, la DGT recuerda que también pueden generar distracción si se utilizan de manera indebida. Por eso, insiste en que la mejor medida es evitar cualquier interacción con el teléfono hasta que el coche esté completamente aparcado en un lugar seguro y fuera de la vía.
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Además, la normativa incluye situaciones muy concretas: incluso tener el móvil en el regazo o sujetarlo brevemente para mirar una notificación se considera manipulación, y por lo tanto sancionable. La clave está en que la mera acción de coger el teléfono desvía la atención del conductor y retrasa su capacidad de reacción.
Peligroso a los ojos de la DGT
Más allá de la sanción económica, la DGT insiste en los riesgos para la seguridad vial. Mirar el móvil, aunque sea unos segundos, puede provocar que el conductor no arranque cuando el semáforo se ponga en verde o, peor aún, que lo haga tarde y de manera precipitada. Esa reacción puede generar pequeños accidentes urbanos o alcances por distracciones.
El organismo de tráfico recuerda que una simple mirada al teléfono supone recorrer varios metros a ciegas en carretera y perder tiempo valioso de reacción en ciudad. Aunque el coche esté parado, el conductor sigue formando parte de la circulación y tiene que estar preparado para responder a cualquier circunstancia.
Cómo se regula en otros países
La prohibición de usar el móvil en semáforos no es exclusiva de la DGT. En Francia, por ejemplo, la legislación también impide manipular el teléfono aunque el vehículo esté detenido, con sanciones que superan los 130 euros y retirada de puntos. En Alemania, la normativa es muy estricta: cualquier manipulación del dispositivo móvil al volante, incluso en un atasco o en un semáforo, se castiga con multa y puntos en el carné.
En Italia, la ley de tráfico sanciona igualmente el uso del móvil cuando el coche está detenido en semáforos, y en países como Reino Unido la normativa endureció las sanciones en los últimos años: usar el teléfono sin manos libres implica 200 libras de multa y seis puntos de penalización, incluso si el coche no está avanzando.
Fuera de Europa, en Estados Unidos las normas varían según el estado, pero muchos, como California o Nueva York, mantienen la misma línea que la DGT: está prohibido manipular el móvil en cualquier circunstancia cuando se está en la vía, salvo que el coche esté correctamente estacionado. En Australia y Canadá, la legislación también impone sanciones económicas y pérdida de puntos, independientemente de que el coche esté detenido en un semáforo o en un atasco.
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La conclusión es clara, y es que usar el móvil al volante está prohibido siempre, incluso en un semáforo, porque la ley entiende que el conductor sigue formando parte activa de la circulación. Las sanciones impuestas refuerzan la idea de que la distracción tecnológica es una de las principales causas de accidentes urbanos y de carretera.
La DGT recuerda que lo más seguro es planificar las comunicaciones antes de iniciar el trayecto, utilizar manos libres solo de forma responsable y, en caso de necesidad, detenerse en un lugar seguro para manipular el dispositivo.