Un coche grande no es necesariamente un gran coche. Cantidad y calidad no siempre van asociadas. Por eso cobra especial valor la apuesta del s800, con el que Ebro ataca un segmento minoritario al que concurren personas en busca de un automóvil capaz y polivalente. Y esa clientela suele ser tremendamente exigente: quiere calidad y está dispuesta a pagar por ella, pero cuanto menos mejor. El s800 es un producto por descubrir que da la talla en todos los sentidos. Exhibe una elegante corpulencia, hace gala de una cuidada puesta en escena, de buenos remates y de un precio sensato para su generoso contenido. Sale a la venta por 36.990, un desembolso respetable compensado con creces por el extenso equipamiento, factor que marca diferencias respecto a la competencia.
El s800 es el hermano mayor del s700, con el que comparte discurso estético y política comercial. Alcanza 4,72 metros de eslora estirando su envase 17 centímetros; 4 de ellos prolongan la batalla y el resto el voladizo trasero. Estas proporciones deparan un voluminoso habitáculo, capaz de albergar siete ocupantes en tres líneas de asientos. Su lúcida concepción interior no lo exime de las limitaciones propias de todos los SUV de siete plazas: las supletorias de la tercera fila son más pequeñas, además de menos cómodas y accesibles.
Aunque las del Ebro están entre las más versátiles del mercado, no dejan de representar un recurso ocasional para salir del paso cuando se precisa más aforo del habitual. Recurrir a ellas desplegándolas de su alojamiento en el piso supone renunciar a casi todo el gigantesco maletero, reduciéndolo de 889 a 117 litros. Así que el Ebro s800 suscitará interés entre las familias numerosas, sí. Gustará también a personas proclives a viajar a sus anchas, con muchos bártulos, pero con todo lujo de comodidades.
Además de vestir una talla más que el s700, aspira a cruzar el umbral de la categoría premium. A falta de alcurnia y currículo, este Ebro presenta unas credenciales impecables. El s800 convierte en básica la terminación superior del compacto y propone otra aún más completa y refinada.
El acabado inicial (36.990 euros) aporta la misma colección de ayudas a la conducción del modelo menor, siete airbags, llantas de aleación de 19 pulgadas, ríeles de techo, faros led automáticos, panel de instrumentos LCD de 10,25 pulgadas y gran pantalla central de 15,6, tapicería de piel sintética, climatizador de dos zonas, equipo de sonido Sony con ocho altavoces, acceso y arranque sin llave, reconocimiento de voz, cámara posterior e imagen panorámica de alta definición del contorno.
Por dos mil euros más, la siguiente definición (Luxury) agrega techo panorámico con parasol, portón trasero eléctrico, proyección de datos en el parabrisas (Head-up display), asientos delanteros con reglajes múltiples y funciones de memoria, masaje y calefacción/ventilación interna, sistema de alta fidelidad mejorado con altavoces en el reposacabezas del piloto, nueve airbags, llantas de 20 pulgadas, etc.