Con la llegada del otoño regresaron con fuerza las lluvias y mucha gente habrá comprobado como los limpiaparabrisas de su coche no cumplen bien su función ni en la luna delantera ni en la trasera. No limpian correctamente y, sobre todo en las primeras pasadas tras accionarlos, parecen dificultarnos más que facilitarnos la visibilidad, que se complica cuando hay mucha lluvia. Y eso es un problema de cara a la seguridad al volante.

Un truco casero

En ese caso nos solemos plantear que quizá haya que pasar por el taller o por una tienda de recambios para cambiar las escobillas, pero probablemente podamos alargar su vida y ahorrarnos ese dinero utilizando un truco casero con productos que casi todo el mundo tiene en su hogar.

Se trata de limpiar esas escobillas para que sigan cumpliendo su labor correctamente, algo que deberíamos hacer de vez en cuando. El primer paso, obviamente, es quitarlas (no resulta muy complicado) y frotar la goma con un trapo de microfibra que habremos impregnado previamente en vinagre.

A continuación retiraremos los excesos del vinagre que hayan quedado en las gomas, a ser posible con otro paño limpio o papel de cocina.

Vaselina y esperar

Una vez que las gomas ya se hayan secado completamente, la segunda parte del truco es aplicarles un poco de vaselina, de cualquiera que tengamos en casa, y esparcirla por toda la superficie. Costará un buen rato que el caucho absorba esa vaselina, pero es recomendable esperar al menos un par de horas antes de volver a colocar las escobillas. Si es posible, siempre será mejor dejarlas toda la noche.

¿Cuándo toca cambiarlas?

También es posible que las gomas estén ya bastante deterioradas y sea necesario comprar unas nuevas. Lo podemos saber si tienen la goma curvada, quebradiza o rota. Además, suelen producir ruidos molestos y vibraciones cuando se activan. Si cuando las utilizamos necesitamos que hagan varios barridos para dejar la luna completamente nítida será un síntoma de que ya empiezan a estar gastadas.

En ese caso debemos tener en cuenta que no todas valen para nuestro coche, ya que hay diferentes modelos según los distintos limpiaparabrisas, e incluso en algunos hay diferencias de tamaño entre las dos escobillas delanteras. Podemos mirar en el manual de usuario del coche, llevar las viejas y buscar unas similares o preguntar en el taller o tienda a la que acudamos, que tendrán listados según cada modelo de vehículo.

Los fabricantes recomiendan cambiarlas cada año, pero dependiendo del uso que hayan tenido podría ser necesario hacerlo antes de tiempo. El sol y el calor del verano aceleran el deterioro de la goma, con lo que con las lluvias del otoño podemos notar que ya no limpian bien.