El EQE SUV, la declinación campera de la berlina eléctrica del mismo nombre, está más cerca. Mercedes-Benz emprenderá su producción en diciembre, por lo que su salida al mercado se producirá en algún momento de 2023, posiblemente antes de verano. La transformación en crossover altera sensiblemente la identidad del modelo que, no obstante, conserva muchos elementos comunes: plataforma, estructura, motorizaciones, etc.

La derivada campera es algo más compacta que el EQE original. Mide 4,863 metros de largo, 1,94 de ancho y 1,686 de alto. Tiene 9 centímetros menos entre ejes y ofrece 520 litros de maletero. Su gama va a proponer tres variantes motrices. La 350+ transfiere 292 CV a las ruedas traseras y depara una autonomía oficial de 480 a 590 km. La versión semejante de cuatro ruedas motrices, 350 4Matic, reduce algo ese alcance. Otro tanto sucede con la motorización superior, 500 4Matic, de 408 CV. A ellas se suman las interpretaciones AMG de talante abiertamente deportivo (476, 625 y 687 CV). Todas montan la misma batería, de 90,6 kWh útiles, que se puede recargar a un máximo de 22 kW en corriente alterna y de 170 kW en continua.

Esta propuesta asumirá dotaciones semejantes a las del EQE. Eso pone a su disposición avanzados sistemas de asistencia al conductor. El equipamiento general de serie del EQE SUV incluye, entre otros, Attention Assist, asistente de frenado activo, detector de cambio de carril, paquete de aparcamiento con cámara de marcha atrás e indicador de límite de velocidad. El estado y la actividad de los sistemas se muestran al completo en la pantalla de asistencia del puesto de mandos.