Las autoridades europeas han puesto fecha de caducidad a los motores de combustión, que comienzan a ser denostados por una parte de la opinión pública. Sin embargo, hoy por hoy desempeñan una labor esencial para la transición ecológica. Son componentes imprescindibles en los sistemas de impulsión híbrida, considerada la solución de compromiso idónea para evolucionar del petróleo a la electricidad. El repertorio de Renault acoge varias modalidades de dicha fórmula motriz mixta.

Estableciendo una jerarquía en función del grado de implicación eléctrica, la nómina híbrida comienza con variantes ligeras o ‘mild hybrid’. En ellas, el avance del vehículo es responsabilidad casi absoluta del motor de gasolina (1.3), apoyado por un pequeño eléctrico a 12 voltios conectado a una minibatería. Este bloque auxiliar respalda los esfuerzos puntuales del principal (aceleraciones intensas), actúa como motor de arranque y se encarga de recuperar energía en las deceleraciones. Brinda, por tanto, un ligero plus de potencia y contribuye a atenuar levemente el consumo y las emisiones de CO2. Los nuevos modelos proponen combinaciones así, con potencias de 140 y 160 CV.

La hibridación alcanza mayor entidad en la fórmula E-TECH, bien autorrecargable o bien enchufable. La primera de ambas modalidades, puesta al servicio de buena parte de la gama (Arkana, Clio, Captur y Megane anterior), plantea una compleja pero eficaz y eficiente combinación de motores: uno de gasolina con 91 CV y dos eléctricos de 49 y 22 CV. El rendimiento conjunto ronda los 140 caballos, aunque el próximo Austral las ofrecerá de 160 y 200 CV.

El más solvente de esos bloques eléctricos asume el arranque y el avance inicial; cuando es necesario mayor empuje, el segundo activa el de gasolina para obtener su apoyo. La aportación de esta fórmula consigue niveles de consumo y contaminación bastante comedidos, sobre todo en recorridos urbanos, en los que se privilegia el modo de funcionamiento eléctrico. Al igual que el sistema de hibridación ligera, recibe el distintivo medioambiental ‘Eco’.

La gama del rombo brinda también la posibilidad de contar con hibridación enchufable E-TECH, sistema disponible en los Megane de la remesa anterior y en el Captur. La configuración y el principio de funcionamiento son semejantes a los del sistema híbrido normal. La diferencia radica en que el motor eléctrico principal es más potente (67 CV) y la batería más capaz (9,8 kWh brutos). En consecuencia, el rendimiento conjunto aumenta hasta 160 CV. Puede cubrir hasta 50 km en modo puramente eléctrico, por lo que disfruta de la etiqueta medioambiental ‘0’.