El Gran Premio de Malasia fue apasionante, de los que crean afición, porque Jorge Martín pudo contemporizar gracias a su ventaja como líder del Campeonato del Mundo de MotoGP y sin embargo se lanzó a la batalla contra Francesco Bagnaia regalando un espectáculo entre los dos aspirantes difícil de igualar. Después de múltiples adelantamientos entre uno y otro, con toques incluidos, el italiano se adjudicó la victoria para prolongar sus opciones de ser tricampeón, aunque ahora remotas gracias a la segunda posición del madrileño, que necesitará sumar al menos 14 puntos para proclamarse campeón en Barcelona, escenario que acogerá la última cita del calendario en sustitución de la devastada Valencia.
Martín gozó de la posibilidad de tomarse la carrera con prudencia después de ganar el esprint, donde Bagnaia sufrió una caída. Lejos de especular, el madrileño aceptó una enconada batalla con el italiano, concentrada en las primeras vueltas, donde se repartieron adelantamientos como si no hubiera un mañana. Las tres vueltas inaugurales ofrecieron la lucha que todo amante de las carreras desea, un duelo a tumba abierta, cuerpo a cuerpo, con hasta once maniobras de adelantamiento. Martín aceptó el reto de Bagnaia, obligado a ganar. En plena recta de meta, en el fragor de la batalla, ambos llegaron a tener contacto, pero por encima de todo se trató de un pleito limpio.
“Ha sido una pelea agresiva, pero siempre con respeto”, comentó Martín, que admitió que “en la guerra de ser el más valiente, hoy era su turno”. El de San Sebastián de los Reyes tenía muchísimo más que perder y eso se notó después del fulgurante inicio. Se dio paso a un lapso que parecían tandas cronometradas, uno tratando de arañar décimas y el otro de recuperarlas. La caída de Marc Márquez cuando rodaba tercero le concedió un paréntesis aún mayor a Martín y ello, sumado a algún susto, hizo que Martinator renunciara a la victoria para atar la valiosísima segunda posición. La manera más inteligente y sensata de acercar la corona.
“Quiero dar las gracias a Pecco, que está haciendo este reto mucho más complicado todavía. Hemos luchado bien en las primeras vueltas, pero cuando me ha adelantado ha sido imposible. He tenido algún susto y lo más sensato era ir a asegurar esos puntos. Me voy contento a casa, porque hemos dado un buen espectáculo”, valoró Martín, que en términos generales está doblegando a posiblemente el Bagnaia más demoledor, autor de diez victorias en una misma temporada –en su caso en diecinueve carreras–, cifra que solo habían alcanzado Giacomo Agostini, Mick Doohan, Valentino Rossi, Casey Stoner y Marc Márquez, pero insuficiente en un campeonato en el que con la introducción de las pruebas al esprint se ha otorgado mayor trascendencia si cabe al ámbito de la regularidad. De hecho, Martín presenta solo tres triunfos pero diez segundas plazas. En cuanto a sábados, Martinator posee siete victorias al esprint y Pecco, seis.
“Jorge ha sido muy agresivo, pero nuestro ritmo era bastante bueno. Como siempre, en la carrera he podido imponer mi ritmo, y tenemos que entender cómo replicar esta versión los sábados”, declaró Bagnaia, que tentó a Martín, pero no logró que el madrileño fuera víctima del riesgo que asumió con generosidad para el espectáculo pero con un grado de imprudencia que quizá sobrepasó la necesidad. “Jorge ha quedado a 8 segundos del tercer clasificado sin ir al límite y esto ilustra mejor que nada el nivel al que ambos estamos ahora”, ensalzó Pecco con gesto contrariado; se le escapa el título pese a que tal vez vive su más momento álgido, su mejor versión como piloto.
La situación no fue sencilla para ninguno de los dos contendientes. Se complicó a nivel de gestión de las emociones y de nerviosismo tras aparecer una bandera roja por una peligrosa caída con Jack Miller, Brad Binder y Fabio Quartararo implicados –salieron sin lesiones graves– que obligó a tomar una nueva salida. El percance no privó de un duelo épico que dejó en la lejanía a Enea Bastianini, tercero en el podio y ahora a solo un punto del tercer puesto de Márquez en el campeonato. El catalán se fue al suelo en la séptima vuelta, se levantó y finalizó duodécimo. Barcelona decidirá el próximo 17 de noviembre, adonde Martín llegará acariciando su primer título de la categoría reina.