Martina Jewel Stone es una firma artesanal de joyas realizadas por la joven gasteiztarra Martina López de Heredia Hierro (Vitoria, 2000). Su pasión por el trabajo artesanal a partir de materiales preciados y gemas naturales surgió de forma totalmente espontánea. “He crecido en una familia en la que el arte ha formado parte del día a día. Mi madre es sastre y mi padre herrero. Sin embargo, estas no son las únicas artes con las que he crecido. La pintura, la escultura y el diseño son parte de mi herencia familiar. Y además de esto, siempre me han inculcado, a través del ejemplo, el interés por el trabajo artesanal y reciclado”, cuenta. Todo ello hizo que desde muy pequeña comenzase a desarrollar una gran habilidad con las manos, preparándose, sin saberlo, para su actual profesión. Además, por los cumpleaños y otras celebraciones, los regalos eran siempre elaboraciones artesanales, desde figuras de barro, cuadros con relieve o jarrones con papel de periódico, hasta bisutería con hilo de cobre, detalla.

Para Martina, las redes sociales son “el escaparate del siglo XXI”. Al menos, para iniciarse en este mundo artesanal, las redes sociales son “un puente extraordinario”. Desde que comenzó su proyecto Martina Jewel Stone hace cuatro años, en las redes sociales ha hecho clientes que a día de hoy son “como amigos”, advierte. “No son muchos pero interactúan mucho conmigo, que es lo que vale”, asiente. En su opinión, la clave para llegar a la gente es “ser lo más cercana posible y, por supuesto, ser tú misma”. Para ello, Martina ha tenido que dejar a un lado la vergüenza, reconoce, y además, se esfuerza para estar al día de las tendencias.

“Hace veinte años, sin un taller físico no podías acceder a tus potenciales clientes y eso conllevaba una gran inversión. Actualmente, solo con abrirme una cuenta de Instagram -@martinajewelstone-, pude, aunque no sin esfuerzo, acceder a ellos sin inversión alguna”, destaca. Si no existieran se vería “obligada a alquilar un local céntrico” donde poder mostrar su trabajo pues, al fin y al cabo, “necesitamos un escaparate de cara al público”, asegura.

Un buen soplete

Para quien quiera seguir sus pasos, Martina López de Heredia recomienda, ante todo, “buscar ejemplos y ser observadores porque en todas las piezas hay detalles que delatan el proceso”.

"En mi camino van viniendo solas las personas adecuadas para ayudarme a avanzar en esa dirección"

Martina López de Heredia - Joyera

Además, hay que cultivar “la paciencia”, pues algunos procesos requerirán de muchas pruebas y errores. Cuando ella empezó, le hubiese gustado saber muchísimas cosas. “No sé ni por dónde empezar, pero si hay una que recomiendo con todas mis fuerzas es comprarse un buen soplete de joyería profesional, no uno cualquiera que encontréis en internet. A mí me cambió la vida”, confiesa.

Y con vistas al futuro, esta joven vitoriana, que dice vivir “muy en el presente”, siente, sin embargo, que tiene un camino creado delante de ella que se ha ido abriendo poco a poco y que ahora le permite vivir de él. “En ese camino van viniendo solas las nuevas necesidades profesionales y las personas adecuadas para ayudarme a avanzar en esa dirección”, relata.

Además, considera que el trabajo artesanal se va a valorar cada vez más y más. “Hoy en día los joyeros pueden dejar que sus piezas sean fabricadas por una máquina de 3D, lo cual no critico, pero siento que esto hace que nuestro trabajo, el puramente artesanal, cobre aún más valor”, concluye.