No cesan los juegos florales en honor de Isabel Díaz Ayuso. Una vez que la Justicia ha dado vía libre a las elecciones, se pregunta uno qué dejan los palmeros para lo que queda hasta el 4 de mayo. Miren que hablamos de lisonjas del nueve largo, como esta de Cristina López Schlichting en La Razón: "Ahí que se ha plantado Ayuso, con ese aire de Agustina de Las Vistillas, y le ha dado de su propia medicina: ¿Que te gustan las primarias? Toma, primarias. Que elija la gente. Y encima le ha puesto recochineo: Socialismo o libertad".

Juan Manuel De Prada sube la alegoría con una referencia literaria tan de su gusto. Con cierto tufo a machirulina, todo hay que decirlo: "Y mientras Pablo Casado seguía cometiendo errores, en su patético afán por desliar el nudo gordiano, Ayuso -con ese ademán bizarro tan suyo, como de serrana del Marqués de Santillana- lo corta de un tajo, mandando a Ciudadanos al basurero cósmico de la Historia".

Un peldaño más abajo, Jesús Cacho glosa así a la lideresa: "Es una ocasión de oro para que, entre otras cosas, los madrileños escapen de la armonización fiscal que quieren imponer sobre su Comunidad quienes solo aspiran a meter la mano en el bolsillo del prójimo. Los Dioses les han concedido la insospechada oportunidad de darle con el voto en el morro. La importancia del envite a nadie escapa: si el sujeto gana esta batalla, habrá que renunciar a toda esperanza y, quien pueda, emigrar. Si gana Ayuso, se abrirá una cierta rendija a la esperanza".

Incluso Federico Jiménez Losantos se une a la procesión de adoradores y le promete desde ya su voto: "Hay un centro de la izquierda totalitaria, que es el Gobierno social-comunista; y un centro de los enemigos de esa izquierda, que es la defensa de la libertad, la propiedad privada, la Nación y la Constitución. Es decir, Madrid. Que es lo que votaremos el 4 de mayo: la España que simboliza el Madrid de Ayuso". Para que no queden dudas.

Y otro voto seguro más, si es que está censada en Madrid, es el de la escritora cubana Zoe Valdés. Su última columna en La Razón es pura natilla ayusista: "Salvar Madrid del socialismo y del comunismo en las próximas elecciones del 4 de mayo a las que tan valientemente ha convocado Isabel Díaz Ayuso tras dimitir, es salvar España y salvar Europa". Y por si no se ha entendido la idea, Valdés insiste, aunque esta vez soñando en voz alta con su equipo ulradiestro ideal: "Para salvar Madrid sólo veo a Ayuso junto a Almeida y Monasterio. También es verdad que para salvar España lo mejor sería un gobierno con Ayuso, Cayetana, Olona y Monasterio". ¿Se imaginan algo así?

Rivera contra Arrimadas, dice La Razón

Siguiendo la costumbre instaurada hace una semana, la otra inspiradora de las plumas diestras es Inés Arrimadas. Solo que este caso, no para escribir precisamente a su favor. El editorialista de El Mundo es de los menos hirientes: "Arrimadas ha cometido errores muy graves al desestabilizar las coaliciones territoriales pactadas con el PP para acercarse al PSOE a cambio de una dudosa credencial de centrismo. Ha demostrado bisoñez, falta de altura política y responsabilidad de Estado hasta empujar a Cs al abismo. Los votantes merecen una explicación creíble de las erráticas decisiones".

Con el resentimiento a flor de piel, el excompañero de Arrimadas y columnista de ABC Juan Carlos Girauta vuelve a lanzar sus dardos: "Protagonizar la jugada política más estúpida de la historia democrática no es fácil. Triste logro de la jinete de caballos muertos, más algún escudero ajeno a las preocupaciones políticas por invencible falta de interés".

Esto, mientras La Razón ya da por finiquitada a la todavía líder de Ciudadanos, y además, con la intercesión del antiguo jefe del invento naranja. "Rivera contacta con cargos de Cs para tumbar a Arrimadas", anuncia en primera el diario dirigido por Francisco Marhuenda. Y a modo de explicación: "El ex líder naranja busca forzar la renuncia de su sucesora que acude hoy a la Ejecutiva con la intención de resistir”. Para completar la portada y enseñar el camino, una foto de la que será candidata de Vox, Rocío Monasterio, firmando de su puño y letra: "Por la España que madruga”. Dan ganas de acostarse, en realidad.