El aspirador es uno de los electrodomésticos más usados en el hogar, pero también uno de los que más se estropean por mal uso o falta de mantenimiento. Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), muchos de los fallos que terminan por dejar inutilizado el aparato podrían evitarse con unos pocos cuidados. La clave está en saber qué no hacer.
Las cinco claves
El primer error, y uno de los más graves, es aspirar líquidos. La mayoría de los modelos domésticos no están preparados para ello y pueden sufrir daños irreversibles en el motor. Solo los aspiradores específicos para líquidos están diseñados para soportar la humedad.
Otro fallo habitual es no limpiar los filtros o no sustituirlos cuando corresponde. Los filtros retienen polvo, ácaros y partículas finas, pero si se saturan, el aparato pierde potencia, se recalienta y termina funcionando peor. La OCU recomienda limpiarlos con frecuencia o cambiarlos siguiendo las indicaciones del fabricante.
También es perjudicial usar el aspirador con la bolsa o el depósito llenos, algo más común de lo que parece. Cuando esto ocurre, el aire no circula correctamente, el motor tiene que hacer más esfuerzo y el rendimiento de limpieza se reduce. Vaciar el depósito o cambiar la bolsa con regularidad es una de las formas más sencillas de prolongar la vida útil del aspirador. Muchas veces no nos damos cuenta de que el depósito está lleno. Por ello, conviene establecer la costumbre de revisar el tanque de la aspiradora cada vez que la vayamos a usar o una vez a la semana.
El cuarto error es aspirar objetos grandes o duros, como piedras pequeñas, cristales o restos metálicos. Estos pueden atascar el tubo, dañar las hélices o romper los accesorios, además de poner en riesgo la integridad del motor. En estos casos, lo mejor es recoger los objetos de forma manual antes de pasar el aspirador.
Por último, la OCU advierte sobre forzar los tubos o el recogecables. Tirar bruscamente del cable o doblar los tubos con fuerza puede provocar roturas internas o fallos en el sistema retráctil, reparaciones que suelen ser costosas. Por ende, conviene tener ojo con la manera en la que tratamos el aspirador para evitar disgustos repentinos que puedan salirnos caros.
La organización recuerda que un uso correcto y un mantenimiento básico pueden alargar la vida del aspirador durante años. Revisar filtros, vaciar depósitos y evitar esfuerzos innecesarios no solo previene averías, sino que también mejora la eficacia de la limpieza y la calidad del aire en casa.