Begoña Pérez, más conocida en redes como @la_ordenatriz, ha compartido recientemente un método sencillo y efectivo para limpiar la nevera y eliminar esos olores molestos que parecen quedarse cuando menos lo esperas. Según ella, lo ideal es aprovechar que el frigorífico está prácticamente vacío para hacer una limpieza profunda, y así preparar tu cocina para la vuelta a la rutina sin sorpresas.

Paso a paso del proceso

Lo primero que recomienda es vaciar completamente la nevera, sacando todos los alimentos, así como balas y cajones, y desenchufarla para trabajar con seguridad. Con los interiores libres, se limpia con lavavajillas líquido y estropajo suave (que no raye) todas las superficies, incluido el interior de las puertas. Después de esta limpieza inicial toca usar agua oxigenada: con una bayeta de microfibra humedecida en agua oxigenada se repasan todas las paredes interiores. También aconseja limpiar el depósito de condensación trasero con una mezcla a partes iguales de agua y lejía alimentaria para eliminar residuos acumulados que suelen generar olor. Una vez limpio y seco, vuelve a colocar baldas y cajones.

Este corte masivo afectó tanto a hogares como a negocios, y uno de los electrodomésticos más perjudicados fue, sin duda, la nevera Amaia Diez Lucas

Clave contra los olores persistentes

Si el olor ya estaba muy impregnado, @la_ordenatriz sugiere dejar unas bayetas empapadas con agua oxigenada dentro de la nevera (sobre platos para evitar manchas) durante dos o tres días, cambiándolas cada 12 horas. Dice que este truco “quita los olores fenomenal”.

Un cuenco de bicarbonato de sodio. Freepik

Otra opción es también usar productos naturales como vinagre blanco, bicarbonato, limón o incluso colocar un plato con café molido, para absorber los malos olores de forma sencilla y económica.

Atacar desde la raíz

El método de La Ordenatriz combina varios elementos que la ciencia de limpieza recomienda: primero retirar la fuente de olor, luego desinfectar y neutralizar, y por último mantener una ventilación adecuada y control de los alimentos que se guardan. Además, los productos usados son fáciles de encontrar en casa y lo suficientemente suaves para no dañar superficies.

Vaciar la nevera también sirve para aprovechar ese momento del año en que está menos cargada tras las vacaciones, lo que hace la tarea más rápida y menos engorrosa, tal como ella misma comenta.

Ojo con estos alimentos

Los malos olores en la nevera suelen estar provocados por ciertos alimentos de olor intenso o que se deterioran con rapidez. Entre los más problemáticos están el pescado y el marisco, que liberan compuestos muy penetrantes si no se consumen pronto. También los quesos curados o azules, cuyo aroma se multiplica en espacios cerrados. El ajo y la cebolla, al cortarse o guardarse sin tapar, desprenden azufre y compuestos volátiles difíciles de neutralizar.

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Pescados y mariscos en el expositor de una pescadería. Freepik

Las frutas demasiado maduras, como plátanos o melones, aceleran la fermentación y generan un olor dulce-ácido poco agradable. Por último, los restos de comida cocinada, especialmente guisos y salsas, pueden contaminar otros alimentos si no se guardan en recipientes herméticos. Una correcta conservación es la mejor forma de evitar que estos olores se apoderen del frigorífico.