Las hortensias son unas de las flores más vistosas y valoradas de los jardines por sus exuberantes y coloridas flores en forma de pompones. Capaces de adquirir diferentes matices y tonalidades, característica que depende de la variedad, de la época del año, pero sobre todo del pH del suelo, las más populares son rosa claro, azul oscuro o verdosas.

El final del verano y las primeras semanas de otoño, cuando empiezan a secarse de forma natural en el arbusto, es el momento ideal para seleccionar las hortensias más bonitas para secarlas y convertirlas en un bonito ramo de interior. Además, por su versatilidad, se puede combinar con otras plantas como eucalipto, paniculata, etc, creando bonitos centros de mesa o coronas para colgar en la pared.

Paso a paso

Una flor en el arbusto. F.P.

1 Selección. Elegir las hortensias que estén en buen estado, con los pétalos enteros y sin manchas. Utilizar unas tijeras afiladas y cortar el tallo con una longitud de 15 o 20 centímetros.

Hay que cortar las hojas para dejar los tallos limpios. E.J.

2 Preparación. Limpiar los tallos y dejarlos libres de hojas. Este paso puede hacerse antes o después del proceso de secado y consiste en cortar las hojas para dejar los tallos limpios.

Flores anudadas y listas para colgarlas boca abajo en un armario. E.J.

3 Secado. Agruparlas de tres en tres y anudarlas con un cordel. Colgarlas boca abajo en un armario seco y oscuro, ya que esto acelera el proceso de secado y minimiza el aplastamiento de los pétalos.

Rociar laca para ayuda a fijar los pétalos. E.J.

4 Composición. Tras dos o tres semanas ya están secas. Descolgarlas con delicadeza y aplicar laca en spray para fijar los pétalos y que no se caigan con facilidad. Ya están listas para crear un ramo, centro o corona.