Llegan las esperadas vacaciones o esa pequeña escapada que has improvisado para desconectar por unos días de la rutina. Faltar unos días de casa requiere adoptar todas las medidas oportunas para garantizar que a nuestra vuelta todo esté tal y como lo hemos dejado.
Sin embargo, hay cosas que pueden ocurrir en nuestra ausencia y que no podemos controlar: una de ellas es el correcto funcionamiento de la nevera. Un fallo en la corriente eléctrica puede afectar al frigorífico y al congelador y romper la cadena del frío de nuestros alimentos.
Si el congelador se ha quedado sin energía durante un tiempo prolongado, la comida que tenemos almacenada en el electrodoméstico ha podido descongelarse y volverse a congelar, por lo que podría encontrarse en mal estado y, si la ingerimos, causarnos una intoxicación alimentaria.
¿Y por qué es tan importante que no se rompa la cadena del frío? La cadena de frío es un sistema de conservación formado por varias etapas que son las que garantizan que un producto congelado o refrigerado no va a perder ninguna de sus propiedades.
Los alimentos mantienen su cadena de frío a una temperatura determinada, siendo garantía para que no haya virus o microbios que puedan dañar el producto. Por ello, al meter un alimento en el congelador debemos tener la seguridad de que nada vaya a interrumpir ese proceso. Si la cadena del frío se rompe, el proceso es irreversible y el alimento empieza a deteriorarse por lo que aparecerán virus y bacterias.
Desconectar la nevera en nuestra ausencia tampoco es una buena opción. Los expertos lo desaconsejan, ya que el gas que lleva dentro se desestabiliza y al encenderlo no tiene la misma eficacia, reduciendo así su vida útil. Además, resulta complicado encontrar el momento idóneo para dejar la nevera completamente vacía.
Un curioso método
De esta forma, cuando volvamos a casa después de nuestras vacaciones nos puede asaltar la duda de si en algún momento nuestra nevera ha sufrido un corte eléctrico y ha dejado de funcionar. Para poner remedio a este quebradero de cabeza, la tiktoker y bloguera de viajes argentina Ceci Saia ha publicado un vídeo con una ingeniosa idea. Se trata de un sencillo truco para el que solo necesitas tres cosas: un vaso, agua y una moneda. Llevarlo a cabo no te costará más de un minuto y te garantiza que tu comida congelada se encuentra en perfecto estado.
El procedimiento es muy sencillo: debes llenar un vaso de agua y meterlo en el congelador. Una vez que el agua se haya congelado, sácalo, coloca una moneda encima y vuelve a meterlo. Si se va la luz en casa, cuando vuelvas la moneda estará en el fondo del vaso y por lo tanto tus alimentos se habrán descongelado, mientras que si la moneda sigue sobre el hielo, no habrá nada de qué preocuparse.
Pese a tratarse de un consejo muy sencillo puede resultar muy útil, ya que en materia de salud y de alimentación lo mejor es no correr ningún riesgo.
