Los huevos forman parte de nuestra dieta y los consumimos en muchos de nuestros platos, sobre todo para cocinar la típica tortilla de patata. Normalmente solo aprovechamos la yema y la clara, pero cada vez que partimos un huevo y tiramos las cáscaras a la basura estamos desperdiciando todos los beneficios que pueden aportarnos.

Las cáscaras de huevo pueden tener varias aplicaciones, tanto para nuestra piel y alimentación como para cuidar de nuestro jardín. Son ricos en calcio y si las limpiamos adecuadamente podemos ingerirlas e incluso hacer una mascarilla y aplicárnosla en la piel para obtener diferentes beneficios.

Antes de usar las cáscaras para uso personal, hay que desinfectarlas hirviéndolas para no contraer Salmonella, la bacteria causante de una de las enfermedades alimentarias más frecuentes. Una vez que hayamos partido el huevo con cuidado, limpiamos las cáscaras y las dejamos en agua hirviendo durante 10 minutos. Para secarlas, ponemos el horno a 100 grados centígrados y las metemos durante 20 minutos.

Para este tipo de usos se recomienda utilizar huevos ecológicos. En caso de que vayamos a ingerirlas, después de haberlas lavado, es importante transformarlas en polvo (por ejemplo, con un mortero) porque si se comen pedazos grandes pueden ser cortantes y causar heridas en la boca y la garganta. Si vas a utilizar las cáscaras para el huerto o el jardín no es necesario desinfectarlas.

Cáscaras de huevos desmenuzadas para esparcirlas en la tierra del jardín. Freepik

Seis formas de darles uso a las cáscaras de huevo:

1. Mascarilla facial. Además de calcio, las cáscaras contienen muchos minerales y ayudan a refrescar la tez y tensar la piel. Con las cáscaras previamente desinfectada, las molemos y mezclamos con un poco de clara de huevo fresca. Después aplicamos en la cara, dejamos actuar unos minutos y enjuagamos bien la piel con agua tibia.

2. Producto de limpieza. Sirve para limpiar esa suciedad difícil de eliminar. Molemos dos o tres cáscaras en el mortero y agregamos un poco de agua y detergente líquido. De esta manera formaremos una pasta para fregar que servirá para quitar la grasa de las sartenes o limpiar la cal de los azulejos y del baño.

3. Ayuda a digerir el café. Añadimos cáscara de huevo limpia y ligeramente desmenuzada al filtro del café y después realizamos nuestro desayuno de manera habitual. Esto hará que el café sea más fácil de digerir y menos amargo.

4. Reponer las reservas de calcio. Al ser su componente principal puede ayudarnos si sufrimos deficiencia de calcio. Después de haberlas desinfectado, podemos añadirlas a la masa de pan, al muesli o incluso a un batido.

5. Cuidar de las plantas. Con las cáscaras de huevo podemos hacer un fertilizante sencillo y eficaz. Solo hay que reunir varias cáscaras, picarlas y colocar los trozos alrededor de las plantas. Se recomienda hacer círculos anchos. Servirá para ahuyentar a los caracoles de nuestros jardín. Por otra parte, si molemos las cáscaras de huevo, el polvo fino puede dañar a los insectos y hará que no vuelvan a aparecer.

6. Hacer compost. Podemos utilizarlas para crear compost, ya que enriquecerán en gran medida el suelo y podrá suministrar sus nutrientes a la tierra de tu huerto o jardín. Además de contener calcio, las cáscaras de huevo contienen potasio, magnesio, core y fósforo, sobre todo el potasio asegurará una mejor formación de los frutos.