Un castillo en Udala? Udala solo podía ser la anteiglesia de su nombre en Arrasate o el monte donde se encuentra esa localidad, el Udalaitz. Así fue como localizamos en la cumbre del Udala un castillo, que había pasado desapercibido para miles de montañeros que lo suben todos los años, y que se extendía por los actuales municipios de Arrasate y Elorrio. Con ello habíamos catalogado un nuevo castillo para Bizkaia, y la necesidad de pedir favores para modificar la maqueta de la futura publicación.
Resultaban ser 21 esas construcciones, combinación medieval de muros y torres que forman un recinto sin albergar una población, lejos de las 43 que habíamos catalogado para Araba, casi similar al número que reuniríamos en Gipuzkoa (20), y bastante menos que los de Iparralde (62). Ahora estamos con Navarra, donde hay tarea para los próximos tres o cuatro años, y el número de construcciones inventariadas hasta el momento alcanzan ya los 130. Este proyecto de catalogación de ese tipo de fortificación medieval tiene una segunda finalidad –introducir el euskera a un nuevo ámbito de conocimiento– y poder conocer el devenir histórico del País Vasco en nuestro idioma.
Los castillos que por ahora hemos podido reseñar en Bizkaia se pueden dividir en dos grupos, haciéndolo en relación a su propiedad en origen. Esta clasificación, como otras que se pueden utilizar, es discutible pues prácticamente se realiza con una perspectiva actual, la de públicos o privados, sin tener en cuenta la propiedad en términos feudales y de posibles honores y vasallajes.
Las fortificaciones inventariadas pertenecientes al Señorío o enclavadas en villas serían los siguientes: Abadiño (Astxiki / Muntxiate); Abanto-Zierbena (Loredo); Arrigorriaga (Malbezin); Bermeo (Gaztelugatxe y Zarragoiti); Balmaseda; Bilbo; Elorrio (Udala); Ereño; Orozko (Untzueta) y Urduña (Castillo urbano y el de las murallas).
Los que podemos asignar a linajes familiares cuando fueron construidos, siempre sin dogmatismos pues no tenemos la total seguridad en torno a la propiedad, son los restantes: Abanto-Zierbena (Atxega); Barakaldo (Lutxana); Gatika (Butrón); Gautegiz Arteaga (Arteaga); Güeñes (Aranguti); Ispaster (Zubieta); Muskiz (Muñatones); Sopuerta (linaje Someano) y Zalla (La Piedra).
Son los de este último grupo generalmente los más recientes y los más visibles hoy en día. Tres de ellos (Arteaga, Butrón y Muskiz o Salazar) básicamente son una torre y un recinto murado en su entorno con torres esquineras, por lo que cumplen perfectamente la definición que utilizamos de castillo, que es desde un punto de vista arquitectónico. En esa muralla que circunscribe al edificio principal suele estar el elemento diferenciador entre un castillo y una casa-torre.
Hay varias curiosidades que podemos comentar. El primer castillo vizcaino que se cita documentalmente, aunque sea como topónimo, es el de Gaztelugatxe, en el año 1053: (…) in loco qui dicitur Sancti Iohannis de Castiello, quod est in territorio de Bakio, et alia parte de Bermeio (…). Eran los años en que gran parte de la actual Euskal Herria se encontraba dentro del Reino de Iruñea.
Más asedios en Untzueta
El castillo del que tenemos conocimiento que ha padecido más sitios es el de Untzueta, en Orozko. Se cuentan cuatro, pero realmente fueron tres, pues el último el cercado fue la torre o casa fuerte que se halla al pie del monte. Hoy, dicha casa se halla magníficamente restaurada y lleva el nombre de Torrelanda o Legizamón. Se ha localizado un cerco en torno a la casa, y quizás algún día la podamos catalogar como castillo.
Ruinas de un castillo del que no se sabe su nombre medieval son las del de Astxiki, situado en la última cumbre del cordal que baja de Anboto. Por un extenso y potente topónimo que existía en su entorno proponemos el nombre de Muntxiate, que correspondería al castillo no localizado de Munchete, citado entre los levantados en armas contra el rey de Castilla en 1334 (…et porque los castillos de Unceta et de Munchete, et de Sanct Miguel de Ereño, et la peña de Sanct Joan tenían omes fijos-dalgos con omenage por Doña Maria).
Al de Bilbao y al de Bermeo (Zarragoiti?) se les suele llamar alcázar en los textos coetáneos, nombre que toman los castillos que tienen un palacio-residencia de reyes, sus familiares o sus representantes.
Hay argumentos como para atribuir a Don Tello (1337-1370), señor consorte de Bizkaia, el final de gran parte de los castillos “públicos” del territorio. La historiografía ya le otorga el haber ordenado el desmantelamiento de los de Bilbo y Orozko; cedió a Bermeo las piedras del alcázar del lugar para completar la muralla urbana; en Lekeitio donó el palacio de los señores de Bizkaia para convento, edificio candidato a ser considerado castillo; los arqueólogos han encontrado en Astxiki / Muntxiate indicios de haber sido desmantelado y no destruido de forma violenta… ¿Estaba Don Tello dejando un territorio “llano” a su sobrino Juan I rey de Castilla, futuro señor de Bizkaia?
Pero el trabajo que estamos realizando por territorios tiene una segunda parte, donde tratamos de reunir los lugares o edificios candidatos a integrar la nómina de castillos. Es desde luego la sección que más nos gusta, y la que más potencial tiene para desarrollar nuevos trabajos de investigación. Referencias históricas, topónimos, informes de prospecciones o excavaciones arqueológicas, restos que se aprecian en superficie o arquitectónicos, recintos protohistóricos reutilizados en la Edad Media… ofrecen oportunidades para seguir ampliando la lista de castillos.
En Bizkaia ya tenemos seleccionados una serie de candidatos a ser castillos. Son los que más nos gustan por la antigüedad y modalidad de su cita, el topónimo y su antigüedad, el lugar donde se situaba, o la combinación de dos o más de esos factores.
¿Más castillos?
Estas son las opciones que consideramos más verosímiles de haber sido castillos: Abadiño (Gaztelu, barrio, casas, 1563), Amoroto, (Gazteluko Atxa, peña/colina), Arteaga-Arratia (Gaztelu, casa, 1456), Bedia (Gazteluzarra, colina), Berriz (Gaztelumendi, restos), Durango (Murugan, colina, restos), Garai (Illuntzar, restos), Larrabetzu (Gaztelu, varios topónimos, apellido 1511), Laukiz (Gazteluzarramendi, colina), Lekeitio (Palacio de los señores de Bizkaia, siglo XIV), Markina-Xemein (Gastelaitxu, colina), Muskiz (El Castillo, colina, 1767), Orozko (Larragorri, colina, restos medievales), Urduña (Gazteluzar, loma, restos), Zamudio (Gaztelumendi, monte), Zeanuri (Askastillo, peñas, leyenda) y Zornotza (Gaztelugana, colina).
En el caso de los topónimos, hasta donde llegan nuestros conocimientos, son anteriores a las cinco guerras que asolaron el territorio entre finales del XVIII hasta la última guerra carlista. Los restos de sus fortificaciones han tomado muchas veces el nombre de “gaztelu” o “castillo”. Tampoco tienen como origen las baterías marítimas que el Consulado de Bilbao y el Señorío tenían y mantenían en todo el litoral desde finales del siglo XVI.
Nuestro trabajo está siendo el de localizar y reunir la información disponible sobre los castillos y posibles castillos que hubo en Euskal Herria, y todo ello ofrecerlo en euskera. Y quisiéramos limitarnos a ello, que bastante arduo y exigente es a la hora de pedir dedicación. Para otros queda el estudiar posibles líneas defensivas o de comunicación, tipología, territorios que controlaban, fases constructivas, insertarlos en la historia general del país… Pero nos hemos visto interesados en escribir el presente artículo para animar a los lectores a que se conviertan también en investigadores para que los profesionales y autoridades abran vías de investigación sobre castillos. Hoy son 21 pero en el futuro se podría duplicar ese número. En Gipuzkoa, en el año 2006 presentamos una lista de 12 castillos (Gipuzkoako gazteluak, Donostia, Hiria), y para la presente colección de castillos del país ofrecíamos en 2021 el número de 20 fortificaciones, de ellos seis localizados por nosotros, incluido el de Udala.
Es por ello que, con la finalidad de incentivar la imaginación y la investigación, hemos retomado y madurado un estudio que preparamos hace varios años con la ayuda cartográfica de nuestro buen amigo ordiziarra Joseba Alonso.
Partimos incorporando sobre un mapa de Bizkaia los 12 castillos que hemos agrupado bajo el concepto de “públicos”. El resultado fue sorprendente, exceptuando los tres castillos que se encuentran en las poblaciones de Balmaseda y Urduña, el resto se situaba en la periferia de la Bizkaia del siglo XIV, llegando por el oeste hasta el Nervión, y poco más.
Pero el resultado es aún más curioso cuando incluimos en el plano los elementos con más opciones de haber sido castillos. Se rellena el hueco del polígono que conformaban las fortalezas. Además, empiezan a asomar las divisorias de valles, así como señalar accesos a pastizales (Gorbea y Oiz), relación esta última muy estrecha en el caso de los castillos de Gipuzkoa, con áreas de pastos y vías pecuarias. Quizás están aflorando unidades territoriales que con el tiempo conformarían la Bizkaia nuclear, el Duranguesado, Lea-Artibai… La Edad Media fueron 1.000 años, y desde sus inicios habría castillos, castellum, como estamos viendo en Navarra. Pero solo conocemos los últimos. ¿No deberíamos investigar más los castillos como vía para conocer más nuestro pasado?
