En esta foto que le envío se ve a mi tío Cándido Saseta con la mano vendada platicando con el comandante del Estado Mayor del Norte de la época. Esta instantánea la guardé desde niño con el resto de mis fotos de infancia. Él falleció en 1937 y yo nací en 1939. No llegué a conocerlo, pero él era muy querido en la casa”. Son palabras que llegan vía telefónica desde Cancún, México, a este diario. Son evocaciones de Unai Luisa Saseta, sobrino de aquel guipuzcoano que aspiraba a ser miquelete. Todo apunta a que la imagen que Unai aporta con cariño y reproducimos pueda ser una foto inédita.

Cándido María de Saseta fue un comandante histórico. Nacido en Hondarribia perdió la vida en el fragor de la batalla al mando del cuerpo expedicionario vasco en Asturias. Tanto en su partida a la defensa de Donostia, primero, como el 23 de febrero de 1937 en que perdía la vida luchando contra el enemigo en un prado de Areces, estuvo al mando de batallones de ANV y del PNV; así como de otras afiliaciones. El último gudari que estaba a su lado antes de morir fue de Acción Nacionalista Vasca. A continuación, los análisis de las cinco personas consultadas por DEIA sobre las relaciones ideológicas abertzales de Saseta en los que se mantiene en su totalidad la grafía que aportan.

Antxon Gómez

Exsecretario general de la ilegalizada ANV y miembro de la Fundación Eusko Lurra

“A la hora de hablar de Kandido Saseta y su relación con el histórico partido de izquierda abertzale ANV es importante separar lo que verdaderamente sabemos de algunas especulaciones o valoraciones más bien subjetivas sobre los lazos que los unieron.

Es indiscutible la buena relación de Saseta con los gudaris ekintzales, especialmente con el batallón Eusko Indarra con el que comenzó la guerra en el frente de Gipuzkoa. Pero, por otra parte, al menos a mí lo que los militantes históricos de ANV me han trasmitido es que Saseta era ideológicamente más afín al PNV. Desde luego, no era un hombre de izquierda. Los meses de guerra transcurridos hasta el desastre de Areces, en el que murieron Saseta y decenas de gudaris ekintzales del Eusko Indarra forjaron una relación de mutuo respeto y admiración.

Sin embargo, también se me trasmitió por parte de algunos gudaris ekintzales que Saseta metió en Asturias al Eusko Ekintza en una ratonera por su empeño en que el PNV y el Gobierno vasco ganaran puntos frente al Gobierno Republicano. Lo cierto es que murió intentando organizar la retirada de los gudaris atrapados en la contraofensiva fascista, cerrando el círculo de la relación de mutuo reconocimiento y admiración entre el militar de ideología jelkide y los gudaris de izquierda del batallón de choque de ANV”.

EZTIZEN MIRANDA BERNABÉ

Doctora investigadora de la Sociedad de Ciencias Aranzadi

“Saseta era un militar que, a diferencia de lo que fue norma en su gremio a nivel estatal, no solo no se sublevó en 1936, sino que luchó contra el golpe de estado que dieron sus superiores. Es más, se comprometió en la defensa de la democracia establecida, y por ello se convirtió en un símbolo de lucha en defensa de Euskadi. En cuanto a su afiliación política, hasta la fecha no he sido capaz de encontrar ningún documento que confirme si pertenecía al PNV, a ANV o a algún otro partido. Lo que sabemos, según testimonios y otros documentos de la época, es que Saseta tenía una estrecha amistad con el Lehendakari Agirre (del PNV) y que el partido jeltzale puso su nombre a uno de sus batallones. Incluso parece ser que ayudó a crear el Batzoki de Hondarribia. ¿Quiere eso decir que era del PNV? Yo no lo sé, y seguramente no podamos saberlo porque muchos documentos fueron deliberadamente destruidos durante ese otro golpe de estado de 1981. Y es que todavía había mucho miedo a que pudieran repetirse los hechos, porque Saseta fue asesinado, como tantas otras personas, durante una guerra (y la posterior dictadura) que jamás tendría que haber ocurrido. Si queremos hablar de historia, hablemos, pero hagámoslo desde el contexto de la época, porque hacerlo de cualquier otra manera no es justo para quienes la vivieron, fueran del partido que fueran”.

JOKIN LENIZ

Director del documental ‘Itzulerarik gabeko bidaia’

“Después de haber estudiado la figura de Cándido Saseta, decidí indagar más sobre su triste periplo en Asturias, acudiendo allí acompañado de su familia. En aquellos parajes pudimos profundizar más sobre su figura y la tragedia que supuso su pérdida tanto para su querido hermano Martin, como para toda Euskal Herria.

La muerte del comandante y el nacimiento del mito no fueron casualidad. No era un militar al uso; era un militar que en los momentos más cruentos de la batalla estaba pegado a sus hombres y eso marcó muchísimo en un ejército que no estaba creado por soldados, sino por gente corriente que defendía una legitimidad democrática.

Había estudiado con el objetivo de ser militar del ejército vasco y sus ideas eran profundamente nacionalistas. Pero, aunque se cree que era del PNV, en el terreno operativo siempre estuvo ligado al batallón de ANV Euzko Indarra. Aunque fuera de un partido u otro raro es que un militar estuviera afiliado a un partido (aunque al principio tenía toda la certeza de que sí).

La realidad es que el mito de Cándido Saseta estuvo olvidado durante mucho tiempo a pesar de que en la canción de Telesforo Monzón lo cantáramos todos. Lo que al principio fue la gestación de una semilla en su memoria a iniciativa popular, el complejo de algunos ha llevado a que algún partido haya querido tomar el pulso apoderándose de su nombre. Y eso no gustó, ni a la familia ni al pueblo.

Porque como bien dijo Saseta a sus gudaris, ellos no estaban dispuestos a morir por ninguna causa autonomista. Ellos iban a morir por la libertad de Esukal Herria. Allí fueron y allí murieron”.

IÑAKI ANASAGASTI

Exsenador del PNV

“Si uno mezcla hidrógeno y oxígeno, la física nos dice que sale agua. Si uno nace en una familia católica, es católico, crea las milicias del EAJ-PNV, Eusko Gudaristea con batallones con capellanes católicos, es leal a la República y a las autoridades vascas, lo lógico es que fuera un jelkide de libro, aunque sin carnet, pues su oficio de militar no se lo permitía.

Si además no era sanguinario, se ocupaba de sus hombres, se sacrificaba y obedecía ante decisiones erróneas como la ofensiva de Villareal y la de Asturias, donde perdió la vida, lo lógico es que el PNV reivindique su memoria sin impedir que otros lo hagan. Entregué –al Gipuzko Buru Batzar del PNV– una carpeta de telegramas y datos sobre su última operación y muerte y eso me confirma en el jelkidismo de este magnífico oficial”.

JULEN ARZUAGA

Parlamentario vasco de EH Bildu

“Cándido Saseta es un símbolo de la lucha antifascista, una figura clave en nuestra memoria histórica. Hoy diríamos que es transversal porque, aunque se reconocía independentista, concitó adhesiones desde diferentes sensibilidades políticas y sociales, poniéndose al frente de batallones abertzales, socialistas, comunistas para combatir al fascismo. Como ya hizo Telesforo Monzón, creo que es preciso poner en valor que en momentos durísimos lo dio todo, hasta la vida, por la democracia, por la libertad, por su país”.