TREVIÑO se convirtió en condado en 1453 y se adscribió a Burgos, es decir, no participaba de los Fueros alaveses. Por esa razón, la cuestión jurídica hizo que sea parte de Castilla, no importando de ningún modo el hecho geográfico. Es decir, que Gasteiz esté a 22 kilómetros y Burgos a 103. Desde 1646 se han registrado peticiones de Treviño para verse incluida en las Juntas Generales de Araba. Como las posteriores, ya fueran del propio condado o de La Puebla de Arganzón, no llegaron en ningún caso a buen puerto. Cada poco tiempo los dos municipios que componen el condado vuelven a la actualidad. También, por ejemplo, por la denominación de origen de los vinos de la Rioja alavesa.

El régimen franquista, por su parte, trató de dividir Araba en dos. Ocurrió, según la publicación nacionalista vasca Gudari, cuando el gobernador civil y jefe provincial del Movimiento de Burgos, Federico Trillo Figueroa y Vázquez, visitó Miranda de Ebro en 1973. El padre del recordado ministro de Defensa por el PP y presidente del Congreso, Federico Trillo –el de la famosa expresión “manda huevos”–, declaró que “en un futuro próximo” Burgos iba a anexionarse zonas alavesas. El gobernador civil aseguró que los municipios de Berantevilla, Ribabellosa, Zambrana, Valdegovía y Salinas de Añana pasarían a ser de Castilla. Dijo que, como compensación, Treviño pasaría a ser alavés, “lo que por la historia ha sido siempre”, acentuaba. A esa superficie geográfica la denominan en Gudari como “zona de expoliación”.

Mapa sobre la situación de Treviño. | FOTO: ‘GUDARI’ Un reportaje de Iban Gorriti

Ante esta “amenaza” de cambalache, el cronista de Gudari asegura que los periódicos alaveses no reaccionaron. “Y, además, se doraba la píldora para que pareciera que Araba no era objeto de despojo, sino de regalo”, hacía hincapié. Ni Diputación foral ni Alcaldía de Gasteiz reaccionaron a la maniobra. “Araba quedaba así oficialmente desguarnecida, a merced de Madrid, los que nos obliga a reaccionar”, recalcaban en portada del número 63 de Gudari, editado por Eusko Gaztedi (EGI), del PNV.

Siempre según esta fuente jeltzale de la hemeroteca, el condado de Treviño, aunque incorporado a la corona de Castilla “por la fuerza”, después de que la Cofradía de Arriaga hiciera la “voluntaria” entrega, “ha sido siempre y será Araba, aunque en la geografía de Madrid figure como Burgos. Pertenece aún ahora a la Diócesis de Vitoria en virtud del artículo 9 del Concordato y nadie podrá arrebatárnoslo”, desarrolla.

Sentido antivasco

La publicación nacionalista va más allá al plantear que si va a ser “de derecho” Araba, no hay ninguna necesidad jurídica ni histórica para que tenga que compensar de ninguna manera a Burgos a costa de su territorio. “Añadamos a esto que, cuando en el siglo pasado, España realizó a su antojo la división provincial, zonas histórica, geográfica y económicamente alavesas fueron simple y llanamente anexionadas a Burgos”, argumentó ante este intento de permuta.

A su juicio, los motivos de la división fueron “exclusivamente políticos, en una época en el que el sentimiento antifuerista y antivasco estaba en plena ebullición en España”. Como final del reportaje titulado “¿Euzkadi rota?”, lanza un mensaje a sus lectores: “Exigimos de todos los vascos por igual, cerrar filas ya que no solo Treviño es Araba, sino que también lo es toda la zona geográfica hasta Pancorbo, Saja, Villalba y Losas de Suso, formaban una de las Hermandades de Araba”, asevera.

Desde Gudari, además, recordaron la presencia aquellos días del gobernador civil de Araba, Agustín de Asís Garrote, junto al alcalde de Gasteiz, José María Mongelos Osarte, y otras autoridades franquistas. “Por supuesto, el cónsul de España no dijo a los cuatro mil niños presentes nada de las intenciones de Burgos de anexionarse territorio alavés. El opresor quiere servirse de los niños para su propia propaganda. Nuestra misión: alertar a nuestro pueblo”.

Las páginas de EGI aportaban además un documento de 1946 firmado por quien fuera vicepresidente del Gobierno de Euzkadi, Xabier Landaburu, en pro de la integridad de “nuestro territorio y de Araba”, que califica como “fortaleza adelantada de la civilización vasca”. El dirigente y patriota alavés fallecido en 1963 escribió, entre otras palabras, las siguientes: “¡Araba! Cada día la siento más. De Aramaiona a Labastida, de Artziniega a Oion, de Balderexo a Araia. Y en el centro la vieja Gasteiz, centinela del paso de la Península al continente. (…) En las batallas de hoy, cuando la geografía ya nada supone para las armas modernas, Araba, con Euzkadi, lucha por la defensa de las libertades patrias y de la fraternidad humanas”.