Crea tendencia, es pura inspiración y se ha convertido en un referente de estilo a seguir. Pilar De Arce (@pilardearce) reúne en su cuenta de Instagram casi a un millón de seguidores que la siguen de cerca día a día en un contenido que destaca por su glamour y estilo.
Tiene 57 años, dos hijos y, en la actualidad, vive en Donostia junto a su marido y sus hijos. Licenciada en Geografía e Historia, lleva 25 años trabajando en el estudio de su marido y lo compagina con la gestión de sus redes sociales y la creación de contenido para sus miles de seguidores.
¿POR QUÉ EMPEZÓ EN LAS REDES SOCIALES?
Empezó su camino en las redes sociales asesorada por su hija Carmen, quien le dijo: “Esto tu lo harías bien”. “No le hice mucho caso, pero pasado un tiempo me di cuenta de que las mujeres de más de 50 teníamos muy poca presencia en las redes sociales. Así que me lancé a ello”, recuerda.
"A medida que nos hacemos mayores, las mujeres nos vamos volviendo invisibles y parto de ese punto. Ahora noto que ha cambiado muchísimo, somos muchas, aunque no todas, las que reivindicamos nuestro papel en la sociedad"
No en vano, “a medida que nos hacemos mayores, las mujeres nos vamos volviendo invisibles y parto de ese punto. Ahora noto que ha cambiado muchísimo, somos muchas, aunque no todas, las que reivindicamos nuestro papel en la sociedad. Muchas cuidamos de hijos, padres, trabajamos, somos consumidoras y tomamos decisiones importantes para nuestras familias, compramos para nosotras y los nuestros. Somos un gran nicho de mercado y las marcas ya (les ha costado ) se están dando cuenta”, dice con entusiasmo.
SU GRAN FAMILIA VIRTUAL
Creando y compartiendo este tipo de contenido, su familia virtual fue creciendo casi sin darse ni cuenta y llegó a límites que ni se imaginaba, aunque reconoce que este reconocimiento es fruto del trabajo, dedicación, mimo y esfuerzo que dedica día tras día a sus redes sociales.
“Ha sido y sigue siendo un trabajo constante y diario, a base de muchas horas, de ilusión y también de errores y cambios. El balance es positivo, muy positivo. Yo no conocía ninguna red social, no sabía cómo funcionaban. Ahora sé algo más en cuanto a cómo hacer una publicación, lo que quiero enseñar y cómo hacerlo. Pero es un campo cambiante, se modifica muy rápido, la exigencia es mayor, seguir el ritmo de los cambios y modificaciones no es fácil, más bien es estresante. Pero estoy muy contenta y agradecida, muy agradecida”, valora. Tanto es así, que ahora crear contenido y compartirlo con sus seguidores “se ha convertido en un trabajo, el teléfono es mi instrumento de trabajo”. “Es una actividad que va conmigo, no tiene horario”, resume.
“Me gusta y alegra compartir, dar ideas, resolver dudas, cómo adaptamos eso que parece tan frívolo como la moda, a nuestra edad y modo de vida. Digo frívolo pero es un sector económico muy importante, en el que además trabajan muchas mujeres. Lo primero que hay que hacer es quererse y valorarse. Y la moda nos puede ayudar, verte bien nos aporta seguridad y fuerza para seguir adelante. Creo que es una baza que bien utilizada y con sentido común, nos ayuda mucho“, concluye finalmente esta influencer referente vasca y también nacional.