La playa de Barinatxe, más conocida como La Salvaje, mantendrá finalmente la rampa de acceso actual para vehículos de emergencias. En un principio, la Demarcación de Costas contemplaba el cierre de este acceso para llevar a cabo un proyecto de naturalización del arenal y así se lo transmitió al Ayuntamiento de Sopela. Sin embargo, el proyecto final en el que trabaja ahora plantea como objetivo principal la restauración del cordón dunar, actualmente muy degradado por la falta de continuidad y la presión de los elementos construidos, pero manteniendo la rampa. No obstante, lo que sí se retirará será el edificio de servicios y de la plataforma sobre la duna, una actuación que está valorada en cerca de 350.000 euros. “Este paso permitirá reforzar la protección natural de la playa frente a los efectos del cambio climático y avanzar hacia un modelo más sostenible”, indican desde el Consistorio.
Precisamente, el Ayuntamiento de Sopela, tras los contactos mantenidos con Costas y la subdelegación del Gobierno español en Bizkaia, subraya la importancia de “mantener las garantías de seguridad en la playa”. Para ello, las instituciones han acordado preservar un acceso limitado para vehículos de emergencia a través de la rampa actual, de manera que los servicios de socorrismo y salvamento puedan operar en condiciones adecuadas, al tiempo que se garantiza la protección del entorno y la seguridad de la playa. “El Ayuntamiento agradece la buena disposición de estas administraciones y apuesta por seguir trabajando de manera colaborativa también con otras administraciones implicadas como Gobierno vasco, Diputación Foral de Bizkaia y Ayuntamiento de Getxo”, destacan los responsables municipales de Sopela.
Cabe señalar, además, que Barinatxe es una playa con gran afluencia y las instituciones implicadas coinciden en que la regeneración dunar debe hacerse “de forma planificada y responsable”. Por ello, el Ayuntamiento se pondrá en contacto con las escuelas de surf en los próximos días para acordar cómo adaptar su actividad a la futura situación de la playa, buscando la mejor solución posible para todas las partes. Según afirman, el Consistorio cuenta “con medios para hacer frente a esta transición y garantizar que puedan seguir ofreciendo su servicio con normalidad”. Este ya trasladó estas reflexiones a la Demarcación de Costas en la reunión del pasado 13 de noviembre, en la que también participaron representantes del Gobierno vasco, Diputación de Bizkaia, Ayuntamiento de Getxo y la subdelegación del Gobierno español.
En ese encuentro, el Ayuntamiento defendió mantener la rampa actual o diseñar un acceso alternativo seguro, garantizar servicios básicos, y reforzar el talud de la rampa. “Poco a poco y de manera colaborativa, estamos dando pasos para hacer frente a este problema. Nuestro compromiso es claro: proteger Barinatxe y garantizar que siga siendo un lugar seguro. En lugar de entrar en polémicas innecesarias, continuaremos trabajando para asegurar el bienestar de las y los vecinos de Sopela y buscar soluciones”, apunta el alcalde en funciones, Unai del Burgo. Y reafirman estar a favor de la naturalización de Barinatxe, pero garantizando accesos, servicios básicos, actividad económica y seguridad, sin poner en riesgo a usuarios ni empleos.