No hay ninguna duda de que Cristiano Ronaldo se trabaja su cuerpo, que sigue llamando la atención pese a que ya tiene una edad, 37 años, en la que la mayoría de los futbolistas han colgado las botas. Mucho deporte, una vida sana y una estricta alimentación son las claves. Pero también es verdad que ha recurrido constantemente a la cirugía y a los retoques para ayudarle a lucir espectacular.

Es innegable que la estética es importantísima en su vida, e incluso está haciendo negocio con este mundo, ya que cuenta con una clínica de implantología capilar, haciendo la competencia a las empresas turcas tan de moda.

El portugués ha recurrido también en numerosas ocasiones a las inflitraciones de bótox para realizar determinadas partes de su cuerpo, sobre todo en el rostro. Pero ahora, según publica La Razón, ha ido un poco más allá y se ha inyectado este producto en un lugar muy alejado de su rostro, concretamente en la zona genital.

Y más específicamente en el pene. Según el citado periódico, el bótox puede hacer que el grosor del miembro se incremente hasta tres centímetros, y es utilizado frecuentemente por actores porno para aparecer más dotados en cámara. Eso sí, ese crecimiento no es para siempre, ya que el efecto dura entre 18 y 24 meses y no siempre funciona. Lo bueno para él es que es una técnica que no necesita de puntos de sutura y que es reversible.