En Pagos de Araiz se pueden encontrar diferentes variedades de uva. Tempranillo aquí, garnacha allí, o merlot, graciano, cabernet sauvignon y también syrah. Todas ellas se enraízan sobre la tierra de Olite. Con sus frutos se elaboran un total de siete vinos redondos. Entre ellos los pertenecientes a la línea Blaneo; compuesta por el Blaneo Syrah, madurado en barrica de roble francés y americano; y el Blaneo Chardonnay.
En los botelleros Pagos de Araiz encontramos el mejor rosado de Navarra, escogido así por la Selección de los Vinos DO Navarra 2021; el Rosé; un vino joven; un crianza y un vigoroso roble considerado Mejor Vino Tinto Roble de la DO Navarra 2020.
En el año 1974 la familia Masaveu, cuya relación con las cepas data de mediados del siglo XIX, adquiere Bodegas Murua. Desde ese momento se ha ido extendiendo a distintas DO. Navarra es una de ellas.
Los cuidados que reciben tanto la cepa como la uva y la cuba forman parte de la cultura de esta bodega. Todo esta concienzuda atención a cada detalle marida perfectamente con el empleo de tecnología de última generación como sistemas de control de temperatura, líneas de embotellado con una capacidad de producción de 6.000 botellas por hora y procedimientos de control pioneros.
Esta unión entre tradición y tecnología permite que cada una de las variedades de uva se vinifique por separado. El vino resultante madura tras evolucionar en barricas de roble. Con una atención total a los procesos, Pagos de Araiz consigue producir una media de 500.000 botellas al año, al igual que su compañera Murua.
El respeto por la tierra y la calidad a la hora de elaborar los vinos a través de sus propias bodegas y plantaciones garantiza al amante del vino la calidad máxima. La vendimia en Pagos de Araiz se lleva a cabo de noche y madrugada para evitar que el sol provoque el inicio de la fermentación de manera espontánea. Además, los capazos de fruta alcanzan la bodega en menos de 30 minutos para más seguridad. Ambos factores redundan en la óptima calidad del caldo cuando se vierte en el fondo de una copa listo para ser paladeado.
Estos cuidados, y el esfuerzo por mantener la tradición vinícola vinculada al corazón de Navarra, logran que tanto los winelovers como los más exigentes y expertos catadores del planeta se quiten los sombreros ante Pagos de Araiz, una bodega que se compromete a mejorar cada día.
Sus vinos, ya consolidados en el mercado estatal y reconocidos en los principales mercados internacionales, han convertido de la bodega un destino obligado para quienes deseen sentir en su propia piel la magia de la uva navarra.
El chateau es un lugar apropósito para eventos, reuniones, presentaciones y celebraciones. Cuenta con opción de visitas privadas para conocer los vinos que se encuentran en elaboración. Por otro lado, la poderosa gastronomía navarra e internacional no necesitan más alabanzas. Lo mismo que la riqueza histórico-artística que rodea a Olite.
Debido a la pandemia del Covid-19, la bodega se encarga de garantizar la seguridad tanto del visitante como del personal en Pagos de Araiz. De esta manera, el visitante puede disfrutar de los viñedos, la bodega y los vinos sin necesidad de reducir las posibilidades y actividades en torno al arte vinícola.
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