La gala de la Guía Michelin 2025 reúne esta noche en Málaga a los principales nombres de la gastronomía del Estado, en un ambiente cargado de nervios e ilusión. Entre los representantes vascos, la sensación general es de optimismo. Según ha podido saber DEIA podría haber novedades favorables para los restaurantes de Bizkaia, aunque la organización mantiene, como siempre, el más absoluto hermetismo. La cocina vasca llega a la cita con su habitual peso propio y la mirada puesta en que la edición de este año confirme su excelente momento. A esa constelación se suma una nueva oleada de cocinas con identidad fuerte y proyectos personales que han ido ganando presencia en los últimos años. En ese grupo aparece La Revelía, en Amorebieta- Etxano, que no tiene estrella pero sí forma parte de la selección de la Guía Michelin. Su entrada en la recomendación oficial supuso un primer aval a una propuesta madura, reflexiva y muy ligada al territorio, firmada por un cocinero de larga trayectoria como es Fernando González.
También destaca Bakea, ubicado en la localidad vizcaina de Mungia, el restaurante del joven cocinero Alatz Bilbao, cuyo imaginario combina fuego, metalurgia y una cocina de autor de marcada personalidad. No figura aún en la selección Michelin, pero su creciente eco mediático y la coherencia radical de su propuesta lo han convertido en uno de los nombres más comentados del panorama vizcaino. Su caso recuerda que las futuras estrellas suelen incubarse primero en el boca a boca, la crítica especializada y la estabilidad del proyecto, antes que en las quinielas. En esa misma órbita suena también Islares, en Bilbao, un proyecto que ha ido consolidándose con paso firme gracias a una propuesta culinaria que combina sensibilidad contemporánea, técnica depurada y una mirada muy personal al producto. Detrás de esa magia culinaria está Julen Bergantiños, cuya capacidad para construir sabores nítidos y atmósferas propias ha llamado la atención de quienes siguen de cerca la escena gastronómica vizcaína. También hay proyectos gastronómicos que viven un momento de madurez. Es el caso del restaurante Garena, en la localidad de Dima, bajo la maestría del chef Julen Baz ha reforzado su discurso de territorio y producto local y que hace unos años logró una estrella y que podría perfectamente alzarse con una brillo más y convertirse en el primer restaurante de Bizkaia con dos estrellas.
Sea cual sea el resultado, Bizkaia aterriza en la cita con argumentos más que suficientes para traer de Málaga unas cuantas estrellas más en la maleta. Las quinielas están echadas, las incógnitas se desvelarán esta noche en la gala de las estrellas Michelin en la capital andaluza.