Nuevos aires para el Tempus Fugit en una cocina tradicional en Barakaldo

El Tempus Fugit es un restaurante veterano en Barakaldo, al que su nueva gerencia ha imprimido un aire nuevo con la remodelación del establecimiento. No obstante, se mantiene fiel a la cocina tradicional con la que conquista el paladar en el centro de la localidad fabril.

Con una decoración modernizada tras la reforma general –tanto de mobiliario como de distribución– que mantuvo cerrado el negocio durante un tiempo, echó a andar hace ya unos meses para seguir dando servicio a sus clientes.

A ellos les ofrece un menú del día de lunes a viernes y el fin de semana, menú especial, así como una carta modesta, pero en la que incluyen platos de éxito entre los comensales. “No tenemos una carta muy extensa pero lo que hacemos, lo hacemos bien”, afirman con convencimiento en el restaurante.

El comensal puede dar buena cuenta de ello en platos recomendados como el arroz caldoso de pulpo o el de carrillera, y las carrilleras al patxaran con parmentier de patata.

Trabajan con carnes locales y entre los pescados apuestan por la calidad centrando las opciones en la merluza rebozada, el bacalao y las kokotxas, y los chipirones que preparan encebollados y en su tinta.

Todo acompañado de vinos de Rioja, sobre todo. Por último, para poner fin al ágape, los postres son caseros.

En suma, el género fresco y un trato cercano componen la oferta de este establecimiento que en su nueva etapa orienta su oferta hacia el comedor, para responder a la demanda de sus clientes. Además, complementan el servicio de restaurante con una barra surtida de pintxos para tomar entre horas o en el desayuno en la cafetería, donde miman el café.