Para quien busque un plato reconfortante, para disfrutar en cualquier ocasión, y que no solo alimenta, sino que invita a disfrutar de los pequeños placeres de la vida, aquí va esta receta original y muy sencilla de preparar.
Ingredientes
- 1 calabaza mediana (puede ser butternut, moscada, o similar)
- 200 g de regatones
- 150 g de queso de cabra
- 1 cebolla pequeña
- 1 diente de ajo
- 500 ml de caldo de verduras o agua
- 100 ml de nata o crema de leche (opcional para una textura más cremosa)
- Aceite de oliva
- Sal y pimienta al gusto
- Un toque de nuez moscada (opcional)
- Unas hojas de albahaca fresca o romero (opcional)
- Queso rallado (opcional)
Elaboración
Precalentar el horno a 200°C.
Cortar la calabaza a lo largo y por la mitad a lo largo. Quitar las semillas con una cuchara. Rociar con un poco de aceite de oliva, sal y pimienta. Colocar las dos mitades de calabaza en una bandeja de horno con la parte cortada hacia abajo. Hornear durante 35-40 minutos o hasta que la calabaza esté bien tierna (puedes pincharla con un tenedor para comprobar).
Mientras, en una sartén grande, calienta un poco de aceite de oliva y sofríe la cebolla picada y el ajo hasta que estén suaves y dorados (unos 5 minutos).
Cuando la calabaza esté lista, sácala del horno y, con cuidado, saca la pulpa de la calabaza con una cuchara, dejando la piel vacía para rellenarla después.
Añade la pulpa de calabaza a la sartén con la cebolla y el ajo. Incorpora el caldo de verduras (o agua) y cocina a fuego medio durante 10-15 minutos. Para una textura más cremosa, añade también la nata o crema de leche. Tritura todo con una batidora de mano o en una licuadora hasta conseguir una crema suave. Ajusta el sabor con sal, pimienta y un toque de nuez moscada si te gusta.
Cocer los regatones siguiendo el tiempo de cocción que indique.
Rellena las mitades de calabaza con la mezcla de pasta y crema.
Colocar las calabazas rellenas en una bandeja de horno. Desmenuzar el queso de cabra por encima y hornear durante unos 10-15 minutos a 180°C o hasta que el queso se derrita y se dore ligeramente.
Decorar con unas hojas de albahaca o romero fresco. Servir caliente.
