Detrás de una muralla de torreznos que se ven desaparecer de la barra conforme avanza la mañana, se encuentra el tudelano Eloy Medina, el primer navarro que aspira a ganar el concurso de El mejor torrezno del mundo cuya final se celebrará en El Burgo de Osma, donde están celebrando las Jornadas de la Matanza, el próximo 10 de marzo entre once competidores. Si Eloy saliera triunfador haría que se conociera el nombre de Tudela no solo por sus verduras sino también por cómo trata esa parte tan sabrosa del cerdo, la panceta. La Real Academia de la Lengua define torrezno como “pedazo de tocino frito o para freír”, no en vano viene de torrar, pero las letras que conforman la definición no pueden describir el mundo de sabor que estalla al probar uno con un poco de pan.

En la final de El Burgo de Osma estarán el Restaurante Casa Augusto Arranz (Soria), Restaurante Antonio (San Esteban de Gormaz), Restaurante Estraperlo (Castellón de la Plana), Hotel Montehermoso (Aranda de Duero, Burgos), Mesón El Portalón (San Leonardo de Yagüe), El Quillo restaurante (Getafe, Madrid), Bar de Villálvaro (Villálvaro), Hotel Restaurante La Tablada (Navaleno), Bar de la Estación de Servicio San Rafel (Tudela), Tabú Gastro Pub (Ólvega) y Café Chicago (Zaragoza). Además de los profesionales, también hay una sección para amateurs.

Como la propia denominación de origen señala en su página web, “el Torrezno de Soria, es una de las joyas de la gastronomía soriana. Se trata de una pieza compuesta de crujiente y dorada corteza por un lado y tierno magro y tocino por otro, que lo convierten en un excelente manjar que conquista el paladar de todo aquel que lo prueba”.

Torrezno de Tudela

El bar de la gasolinera de San Rafael de Tudela es un lugar muy conocido de la capital ribera donde madrugadores de toda condición, cazadores y ciclistas suelen coincidir almorzando y esa es una señala inequívoca de que se come bien. Pero al margen de la buena cocina, desde hace unas semanas, Eloy está en boca de todos por haber obtenido el pasado 24 de febrero en Ólvega, la cuna del buen torrezno, una plaza para esa final.

Frente a algunos de los más cotizados expertos en esta gloriosa parte del cerdo, el tudelano consiguió alzarse con el triunfo en esa semifinal pese a que, como él mismo detalla, “nunca había participado pero como venían muchos clientes y decían que nuestros torreznos eran bastante mejores que los que ellos tomaban en Ólvega decidí presentarme”.