Refrescante, dulce y deliciosa, la sandía es la reina indiscutible del verano. Su dulzor y su capacidad para refrescarnos, gracias a su alto contenido en agua, la hacen perfecta para consumirla en días de calor. Originaria de África, la sandía -citrullus lanatus-, es una de las frutas con mayor concentración de sustancias antioxidantes gracias al licopeno, un tipo de pigmento natural de color rojo por el que la propia sandía adquiere ese color tan característico.

Sin embargo, la sandía no solo es querida durante la temporada estival; se consume durante todo el año y, de hecho, es la cuarta fruta más consumida por los españoles, solo por detrás de la naranja, el plátano y la manzana, según datos que aporta la nutritienda.

Este año su precio ha aumentado casi un 60% respecto al año pasado. La brutal inflación, la subida del precio de los carburantes y el consiguiente aumento en el coste de los transportes, la crisis de la energía y el descenso en la producción de esta fruta por las pésimas condiciones meteorológicas de este año han determinado en buena medida que esto ocurra.

Ante este panorama y un precio que, de media, ronda los dos euros y medio el kilo, surge una pregunta: ¿Merece la pena consumir sandía y pasar por alto el precio que tiene actualmente? En primer lugar hay que decir que el consumo de fruta a diario es fundamental para tener una buena salud, ya que la fruta es una de las mayores fuentes de vitaminas, minerales, fibra y agua para nuestro organismo. Su consumo aporta antioxidantes, micronutrientes y proporciona mucha energía, además aporta pocas calorías y contribuye a una dieta equilibrada.

Así que sí. La respuesta es sí. La sandía aporta multitud de vitaminas como la A, la C y algunas del grupo B, y también minerales como el potasio, calcio y fósforo. Asimismo, el 95% de su composición es agua, por lo que aporta solo 20 calorías por cada 100 gramos, convirtiéndola en una fruta ideal para la salud.

Un hombre sujeta una raja de sandía con un pinta exquisita. Freepik

Beneficios de la sandía para nuestro organismo

1. Contiene grandes cantidades de licopeno, un carotenoide antioxidante que ayuda a proteger las células del daño oxidativo, la sandía es una de las principales fuentes alimenticias de este fitoquímico.

2. Destaca su aporte de potasio, un mineral que contribuye al funcionamiento normal de los músculos y del sistema nervioso.

3. Destaca su contenido en vitamina A que junto al resto de la alimentación contribuye al mantenimiento de la piel y de la visión en condiciones normales.

4. Es fuente de betacaroteno que se convierte en vitamina A, por lo que es una gran aliada de la salud visual.

5. Aporta luteínaUn carotenoide que da color a los alimentos y que se encuentra de forma natural en nuestra retina del ojo.

6. La sandía destaca por ser una fruta muy refrescante, de hecho, es la fruta que más contenido en agua tiene (95%), ideal para prevenir la retención de líquidos y la deshidratación.

7. Posee citrulina, un aminoácido no esencial precursor de la arginina y del óxido nítrico, una sustancia muy utilizada en complementos alimenticios para deportistas.

8. Es excelente para controlar el peso ya que es saciante y posee pocas calorías, gracias a su mencionado alto contenido en agua.

9. Además, contiene pequeñas cantidades de vitamina C, vitamina B6 y calcio. La vitamina C, que es antioxidante, contribuye a bloquear los radicales libres, unas moléculas que aceleran el envejecimiento cutáneo, y que favorecen la aparición de arrugas y flacidez en la piel. Además, interviene en la producción de colágeno. Igualmente, contribuye a que el sistema inmunitario funcione correctamente. El calcio es un mineral que interviene en mantener la salud ósea en correcto estado. Por último, la vitamina B6 ayuda a disminuir el cansancio y la fatiga. 

Cómo elegir una sandía correctamente

La sandía debe tener un tono oscuro, pero sin brillar y sin golpes ni rugosidades. El interior debe ser rojo, ya que si está blanquecino es que le falta maduración.

Debe ser pesada ya que eso significará que tiene abundante agua y está jugosa, y es importante que tenga una mancha amarillenta en uno de los lados, es la llamada “mancha de suelo”, dónde se apoyó en la tierra, cuánto más oscura sea la mancha mejor, ya que significará que ha madurado más.

Cada vez se venden más sandías cortadas en trozos, ya que de esta manera se consume con más facilidad, además uno puede elegir mejor ya que se ve el interior, pero hay que tener cuidado ya que una vez abiertas empiezan a estropearse, por lo que, si la compramos de esta manera hay que dejarlas en la nevera y no consumirla pasados más de tres o cuatros días.