"Fresquito, con un sabor muy agradable en boca". De esta manera describe Aritza Antolínez, gerente de Munetaberri Txakolina, el caldo que elaboran en su bodega. Con una cosecha que permite producir unas 50.000 botellas al año, este txakoli se distingue de otros por ser "elaborado con uva Hondarribi Zuri cultivada en nuestros terrenos".
Y ese espacio se ubica a escasos kilómetros de Museo Guggenheim, en el monte Arraiz, donde disponen de "11 hectáreas" perfectamente preparadas y cuidadas para que las viñas den unas uvas de alta calidad. A las faldas de esa montaña, con 361 metros de altura sobre el nivel del mar, está en marcha esta producción agrícola y las características de su suelo, de "composición caliza y férrica", son las perfectas para que se pueda extraer el máximo potencial a la cosecha.
Esa apuesta por la producción local les ha hecho merecedor del Km0 Gastronomia Sariak. "Solo utilizamos nuestra propia uva, cultivada en nuestro propio viñedo", reseña Antolínez, quien insiste en la "frescura" del caldo, "con el punto justo de acidez" y que es "fácil de beber".
En apenas unos meses, tras el verano, comenzará la nueva campaña de recogida de uva. Por eso, en Munetaberri Txakolina esperan que la climatología sea benévola y no perjudique la cosecha. "Esperemos que no haya muchas tormentas ni granizo", confía Antolínez.
La producción de botellas es la que permite la propia cosecha. Y al ser un txakoli con seña de identidad bilbaina, el "95% de la misma" se distribuye en la propia capital vizcaina: "en el Casco Viejo, en Indautxu".
El trabajo no se ciñe solamente a la producción de txakoli sino que en esta bodega tienen en mente poner en marcha nuevos productos. "Hemos plantado dos hectáreas y media con otras variedades", avanza el gerente de Munetaberri Txakolina. De momento, esta producción "está en fase de pruebas y quizá para el año que viene podremos hacer los primeros cupajes".
"En esta primera fase vamos a probar con el objetivo de poder aumentar las gamas de producto", explica Aritza Antolínez, que se muestra orgulloso de que "en apenas 10 minutos pasas del entorno urbano al entorno rural".