La hamburguesería Munich es un claro ejemplo del éxito de lo auténtico. Así desde 1981 lleva más de 40 años dando servicio a sus clientes, ya de tercera generación con sus especialidades emblemáticas, las hamburguesas y los bocadillos de ternera, que llevan mayonesa, cebolla pochada, bacon, queso y alegría riojana, además del filete de ternera, y que sirven calientes, recién hechos. Por algo no falla entre sus clientes. Para picar, ofrecen también patatas fritas, nuggets y alitas de pollo.
Entre las hamburguesas, la estrella es la Munich, pero hay cuatro variedades. Todas con carne de ternera y pan, no bollo. Así siguen con la tradición, el “sota, caballo y rey”, como dicen con orgullo en el local, sin sofisticaciones.
El local, veterano en Deusto, está decorado con fotos de clientes que tapizan sus paredes y tiene la cocina a la vista. Mención especial requieren los vídeos musicales de los años 80, que le dan un ambiente único, manteniendo su esencia. Cuenta con pequeña terraza y preparan para llevar con recogida en el local.