La expectación es máxima para el partido amistoso que la Euskal Selekzioa y Palestina disputarán el próximo 15 de noviembre en San Mamés (20.30 horas). El encuentro, que trasciende del ámbito deportivo, lleva camino de llenar La Catedral. Según ha comunicado este viernes la Federación Vasca de Fútbol, en las primeras 24 horas en las que la venta de entradas ha estado abierta, se han alcanzado cifras superiores a los dos tercios del aforo del estadio (53.300 espectadores), unos números “nunca antes alcanzados en tan poco espacio de tiempo”.

Las localidades, que se pueden adquirir en la página web de la FVF (www.euskadifutbol.eus), tienen unos precios que oscilan entre los 20,50 hasta los 31,50 euros. Existe la posibilidad de realizar una donación para aquellas personas que así lo deseen, pero que no puedan o quieran asistir al encuentro. Todo lo recaudado irá destinado a ayudar al pueblo palestino.

“El encuentro surgió desde el convencimiento de que el fútbol puede y debe servir como altavoz para reclamar y defender la paz. La recaudación será donada a una ONG que trabaja en labores humanitarias en Gaza”, ha destacado la Federación presidida por Iker Goñi.

Te puede interesar:

La selección Palestina, que ocupa el puesto 99 del ránking FIFA y que llegó a alcanzar el 85 como mejor posición, ha aspirado recientemente a su mejor resultado desde que en 1998 recibiera el respaldo de la FIFA. Los leones de Canaán accedieron a la tercera ronda de clasificación para la Copa del Mundo de 2026, pero cayeron frente a Omán, que logró el billete para la repesca asiática una vez que Corea del Sur y Jordania contaban con el pase directo. El equipo palestino se compone de jugadores de comunidades palestinas repartidas por el mundo. 

Para la Euskal Selekzioa, este partido supondrá regresar a la actividad después del 23 de marzo de 2024, cuando disputó su último compromiso. La entonces selección dirigida por Jagoba Arrasate empató frente a la Uruguay de Marcelo Bielsa (1-1) gracias a un gol de Álvaro Djaló en una cita también disputada en San Mamés.