Carlos Gómez Vicandi (Durango, 19 de junio de 1967) ha sido el último de los tres aspirantes a la presidencia de la Federación Vasca de Fútbol (FVF), en la que ha ejercido de tesorero durante la última legislatura y cuyas elecciones están convocadas para el viernes día 20, en oficializar su candidatura. Una plancha que el también presidente del Mugarrazpi de Durango reconoce que es continuista, apunta que las sensaciones que ha sacado de sus reuniones con los clubes “han sido muy positivas” y recalca que respecto a la oficialidad de la Euskal Selekzioa “la parte política es la que tiene que conseguir dar el primer paso para que luego deportivamente podamos seguir adelante”.

¿Por qué se presenta a la presidencia de la Federación Vasca?

—Porque, como directivo de la Federación Vasca durante cuatro años, puedo aportar muchísimo a las necesidades que tienen nuestros clubes. Hay que atenderles y se les ha atendido, pero aún así queda mucho camino por recorrer porque como Federación Vasca de Fútbol que somos, somos una empresa de servicios a nuestros clubes.

¿Qué puede ofrecer que no ofrezcan los otros dos candidatos?

—Ofrezco la experiencia de haber estado cuatro años dentro de la Federación Vasca. Aporto el conocimiento en la gestión de clubes y el acercamiento por parte de mi equipo directivo a esos clubes.

Se entiende entonces que su candidatura se puede denominar como continuista.

—Es una candidatura continuista, vamos a decir, por los cuatro años que he estado, pero aún así viendo y analizando lo que hemos hecho y lo que queda por hacer es donde aparece mi papel, donde, volviendo otra vez al tema de mi equipo de trabajo, es lo que va a dar viabilidad a este proyecto.

¿El hecho de ser continuista le puede lastrar?

—No, porque creo que la experiencia te ayuda a mejorar.

Se lo pregunto porque igual alguno o algunos le puedan achacar que en los cuatro años no han hecho equis cosa…

—Puede ser, el achaque es muy fácil, pero hay que ver la realidad de por qué se ha hecho o no se ha hecho; y entonces por esa experiencia de lo que se ha hecho o no se ha hecho es por lo que continúo.

No sé si ya ha hablado con los 84 clubes que componen la Asamblea y que son los que votarán. ¿Qué sensaciones ha sacado de sus conversaciones?

—Me queda por hablar con un 10% de los clubes, pero en los próximos días voy a estar con ellos. La sensación es muy positiva, los clubes están entendiendo el mensaje de que somos una empresa de servicio a los clubes con un acercamiento hacia ellos y haciéndoles partícipes de las comisiones que voy a crear dentro de nuestra junta directiva.

¿Podría decir un porcentaje de los clubes que le apoyan?

—Es bastante relativo, teniendo en cuenta que el voto es secreto, entonces es como todo en al vida, hoy qué guapo eres, pero luego.... Así y todo, las sensaciones son muy buenas, porque está calando el mensaje por mi perfil profesional de cercanía a mis clientes.

¿Algún club le ha dicho que no le va a votar?

—No. Me avala más mi propósito de estar con ellos, de darles la posibilidad de saber qué es la Federación Vasca de Fútbol. En mi equipo hay gente de los tres territorios históricos que conocen muy bien lo que es el fútbol base, que conocen muy bien lo que son los clubes, de tal forma que haya una interrelación directa con ellos.

Tiene nombres de pesos pesados en su plancha, como Jon Larrea, presidente del Amorebieta y exvicepresidente de la Federación Vasca, o Koldo Zabala, presidente del Gernika. ¿Si gana, Jon Larrea volverá a ser vicepresidente?

—Jon Larrea está como directivo. Lo mismo que están Zabala o Marga Landeta (presidenta del Leioa). Y por la parte de Gipuzkoa y Araba también hay consejeros del Eibar y del Alavés. Es algo que hay que valorarlo, porque tampoco hemos hecho una definición de los puestos.

En declaraciones a este periódico hace varias semanas dijo que solo se presentaría si tenía el apoyo de las tres Territoriales. ¿Es así?

—Aquí quienes votan son los clubes, con los que estoy con ellos todos los días y respecto al apoyo de los Territoriales, puedo decir tengo una excelente relación con todos ellos.

¿Pero tiene el apoyo de los tres presidentes de las Territoriales?

—Yo no digo que no lo tenga.

¿Los presidentes de las Territoriales presionan a sus clubes para que voten en un sentido o en otro?

—No lo puedo decir porque no lo sé. Aquí, insisto, quienes votan son los clubes, nada más.

¿Le apoya Iñaki Gómez Mardones, el presidente de la Federación Vizcaina?

—Habrá que preguntárselo a él. No me ha dicho ni sí, ni que no, pero puedo decir que el fútbol vizcaino sí que me apoya.

Ha hablado de su experiencia en la Federación en estos cuatro años. ¿Qué tiene que mejorar en la Federación?

—En la Federación tiene que mejorar la cercanía a los clubes. Y, sobre todo, hay que dar a conocer la Federación Vasca de Fútbol. Que los guipuzcoanos sepan que existe una Federación Vasca de Fútbol que defiende a los clubes guipuzcoanos. Que los clubes alaveses sepan que hay una Federación Vasca que defiende a los clubes alaveses. Y en la vizcaina, exactamente igual. Y podamos, de esa forma, plantear sus necesidades a la Real Federación Española de Fútbol. Porque, queramos o no, el presidente Javier Landeta, el vicepresidente Jon Larrea y el tesorero Carlos Gómez han hecho cerca de 25.000 kilómetros para que la Federación Vasca esté en todos aquellos acontecimientos donde haya un club vasco.

¿En esos 25.000 kilómetros que dice han recorrido se han dado pasos hacia la oficialidad de la selección de Euskadi?

—Tenemos más de 150 contactos todos los años para poder jugar el partido de la Euskal Selekzioa, que es en el apartado donde nosotros podemos actuar. Y habíamos cerrado encuentros en los cuatro años. Se ha jugado uno en el masculino, pero en el femenino se han jugado dos, un triangular y luego el partido contra Chile. No es porque no lo hayamos peleado, siempre teníamos alguna demanda, alguna oferta, pero tampoco queremos jugar contra equipos que estén en la parte baja del ránking. Tuvimos la ocasión de jugar el partido contra Uruguay y se demostró un nivel tan alto que no todo el mundo quiere jugar contra la Euskal Selekzioa, porque tiene un excelente nivel.

¿El hecho de jugar solo un partido en cuatro años no hace que se apague la llama de la selección?

—Lo que hay que saber son las posibilidades para jugar ese partido. Yo, personalmente, puedo decir que el primer año se cerró un acuerdo con una selección, y no se pudo jugar por calendario, justo ya se había cerrado el partido, pero se dio una reclasificación de jornadas, y tuvo que jugar el Athletic contra el Real Madrid. El segundo año se cierra también con otra selección y ese día nos ponen un partido de Copa. El tercer año se cierra otro partido. Luego ya se cierra con Uruguay, y habiendo cerrado otro fuera de Euskadi, se suspende ese partido por el excelente nivel demostrado ante la selección uruguaya.

¿Y qué va a hacer para reflotar ese camino hacia la oficialidad?

—Vamos a seguir peleando, porque tenemos otra virtud, que en estos cuatro años hemos hecho unas excelentes relaciones con selecciones nacionales de todo el mundo, y seguimos teniendo muy excelentes relaciones. De hecho, ayer todavía estaba mensajeando yo con uno de los miembros de la selección uruguaya.

¿Le da envidia que Euskadi haya logrado la oficialidad en pelota?

—Sí, pero habrá que ver las circunstancias que tiene la pelota con las circunstancias que tiene el fútbol. Al final no es un grito al aire y ya está, no. Simplemente la pelota tiene su idiosincrasia y nosotros tenemos la nuestra. La parte política es la que tiene que conseguir dar el primer paso para que luego deportivamente podamos seguir adelante.

¿Por qué cree que va a resultar elegido?

—Porque voy a dar el servicio que los clubes necesitan, cercanía, lealtad, se les va a escuchar. Pero también porque vamos a profesionalizar el fútbol sala con el fin de que ese supuesto hermano pequeño del fútbol esté a la misma altura.