Las alarmas se han activado en el Sestao River. La derrota que el conjunto verdinegro encajó el domingo en Las Llanas ante la Gimnástica Segoviana le ha hecho mucho daño cuando solo restan dos jornadas para el cierre de la liga regular del grupo I de Primera RFEF y la situación es límite para un equipo que ha fallado en el momento decisivo y con el agravante de que estos dos últimos partidos los tiene que encarar ante sendos gallitos de la categoría, como son el Andorra, tercer clasificado y su próximo rival, y la Ponferradina, segunda clasificada y a la que recibe en la despedida del curso. Dos envites de altísima exigencia y que causan malas vibraciones en el entorno verdinegro, sobre todo después de sufrir un varapalo mayúsculo ante la Gimnástica, un conjunto que llegó a Las Llanas como penúltimo clasificado y que deja muy tocado al River, que dejó escapar una oportunidad de oro para sumar y salir de la zona de descenso con nuevos bríos. El domingo ocurrió todo lo opuesto a lo esperado, de ahí el drama que sacude a un club acostumbrado, sin embargo, a sobrevivir contra viento y marea, un gen al que se agarra para, como ocurrió la campaña pasada, evitar el descenso ya sea en el último segundo de competición.
La realidad es la que es y toca asumirla. La jornada no fue nada buena para el Sestao, ya que a su derrota ante la Gimnástica se le añade las victorias de Osasuna Promesas y Unionistas, dos de sus rivales directos, que sitúan a los vizcainos en la décimo séptima posición a dos puntos de la salvación, que marca el filial osasunista, cuando únicamente restan seis por consumir, además de que también están metidos en la pomada el Lugo y el Real Unión, que superan en un punto a los verdinegros. Por debajo, asoman el cuadro segoviano, con dos puntos menos, y el Barça Atlètic, con tres. Por tanto, el escenario no es halagüeño para un River que careció de tablas ante la Gimnástica, al cometer errores gruesos que le costaron muy caro, como reconoció Igor Oca, su técnico. “La posibilidad que nos daba ganar, el paso adelante que nos permitía conseguir los tres puntos, creo que después de pasar un año jodido es bastante aliciente y motivador para darlo todo. Lo que no es común es que en un partido de este tipo cometas errores de ese nivel. Cuando los cometes, hay que hablarlo de cara, hay que enfrentarlo y hay que decirlo. No hay que esperar a la última jornada, hay que hacer caso a las señales, estas señales las puedes atender para estos dos partidos. No sé si todos los jugadores, porque hay jugadores muy maduros y otros jugadores que igual todavía no se han dado cuenta de que el nivel que tienen es el nivel que estamos ofreciendo un día como el de hoy. Y este nivel es perder un partido que era muy clave”, declaró Oca, que admitió que él tiene “la responsabilidad absoluta, porque soy el que elige que jueguen unos y no otros”.
El preparador fabril profundizó en su reflexión, en la que mandó algún que otro recadito, porque se trata “de tomar conciencia de la importancia de un partido como estos”. “Hemos querido ganar hasta el final y no hay ninguna duda al respecto, que mañana vamos a entrenar y todo el mundo va a dar el do de pecho, pero lo que importa en el fútbol es competir de la mejor manera y son estos momentos los que te generan dudas de si estamos al nivel, quizá pensamos que estamos por encima y no es así”, añadió Oca, que, sin embargo, subrayó su confianza absoluta en el equipo “y en un posibilitismo que es norma en mí”.
En este sentido, el de Basauri insistió en que el vestuario “está jodido por cómo se ha dado la situación”, pero reiteró su fe pese a que por delante “te enfrentas a dos trasatlánticos”. “La confianza es plena y el tiempo dirá si nos enganchamos con todos y eso será beneficioso de cara al último partido. Son dos los puntos que nos separan con seis en juego. La situación nos la hemos complicado nosotros y no la Gimnástica Segoviana y solo nos queda reaccionar en estos dos jornadas que restan”, declaró. No en vano, lo más inmediato llega el próximo sábado con la visita a un Andorra que se ha aupado a la tercera plaza después de encadenar cuatro victorias consecutivas, lo que habla del poderío del equipo pirenaico. Al mismo tiempo, el Sestao tendrá el foco puesto en otros campos, en especial en el Reina Sofía, donde Unionistas recibe a un Tarazona que ya ha hecho los deberes y no se juega nada, mientras que el otro punto caliente se ubica en el Stadium Gal, con el duelo directo entre Real Unión y Osasuna Promesas.