El Barakaldo se arriesga a una multa por incidentes

La dura derrota que sufrió el sábado el Barakaldo ante el Andorra en Lasesarre puede pasar una factura añadida a la deportiva. La actuación arbitral dejó mucho que desear para la parroquia vizcaina, muy disgustada por las decisiones tomadas por el colegiado Irutzun Artola, en concreto en las referentes a las acciones de los dos primeros goles del conjunto andorrano, ya que el primero pudo nacer de un fuera de juego y el segundo surge de la duda de si el balón entró o no en su totalidad en el interior de la meta defendida por Unai Párez; a la rigurosa expulsión de Borja García a los 58 minutos y que le acarreará un partido de sanción; y a un posible penalti, que pareció claro, sobre Adrián Revilla que el trencilla navarro no quiso ver. El propio Imanol de la Sota, técnico del Barakaldo, se quejó amargamente de esas decisiones e incluso dijo que “en todos los años que llevo entrenando nunca había visto algo igual”, aunque la puntilla llega en la redacción del acta en lo concerniente al público, donde el Irutzun Artola retrata incidentes que podrían ocasionar una importante multa a la entidad de Ezkerraldea.

En concreto, el colegiado navarro describe que una vez finalizado el encuentro “y mientras nos dirigíamos al túnel de vestuarios mi asistente número dos y yo fuimos alcanzados por varios escupitajos, provenientes de aficionados del equipo local, fácilmente identificables por las camisetas que portaban y que se aglutinaban a la entrada de dicho túnel”, unos escupitajos que, según el árbitro, impactaron también en agentes de la Ertaintza. El acta recoge, además, que la expulsión del delegado del Barakaldo, Iñigo García, se debe a “su dejación de funciones, por no colaborar a salvaguardar nuestra seguridad y acusar a mi ayudante número uno de provocar a la afición local”.