Lezama se vuelve a vestir de gala este sábado. Dos semanas después de que acogiera el Bilbao Athletic-Barakaldo que obligó a colgar el cartel de lleno con 3.200 aficionados, el filial rojiblanco recibe en este caso, desde las 18.00 horas, al Sestao River, en un nuevo derbi donde los puntos guardan una significativa trascendencia, ya que los dos equipos, a los que solo les separa un punto, llevan coqueteando desde prácticamente el arranque de la competición con los puestos de descenso en el grupo I de Primera RFEF. Por ello, el duelo, como ocurre en este tipo de enfrentamientos vecinales, ofrece su punto de expectación que se trasladará a las gradas. Un derbi al que el Bilbao Athletic llega reanimando con su meritoria victoria en la pasada jornada en su visita al Andorra, que estaba invicto en su feudo, y al que el Sestao llega un pelín tocado por la derrota que sufrió en Las Llanas ante un afortunado Real Unión, al que sometió durante toda la segunda mitad y al que le perdonó en varias ocasiones claras de gol.

El derbi retrata también la dinámica de cada equipo en la veinte jornadas recorridas hasta la fecha. Y en esta letra pequeña emerge el aviso que le da el conjunto verdinegro al colectivo de Jokin Aranbarri. No en vano, el colectivo de Ezkerraldea se suelta cuando comparece lejos de Las Llanas, se siente liberado en su juego, como así lo ha destacado en varias ocasiones su técnico, Ángel Viadero, hasta el punto de que es el tercer mejor equipo del grupo como visitante. El dato es llamativo para una escuadra que pelea por la supervivencia y no por el ascenso, de ahí esa amenaza para los cachorros. El Sestao River, además, ha ganado en campos muy complicados, como en el Reino de León y en El Toralín ante la Cultural Leonesa y la Ponferradina, los dos primeros clasificados, sin obviar su triunfo en Zubieta ante la Real Sociedad B y los empates firmados en las visitas al Nàstic y al Barça Atlètic; un poderío que le ha permitido sumar 15 de 30 puntos posibles, el 65,2 por ciento de su total de 23.

El Bilbao Athletic toma nota de las cifras del River como foráneo, pero el filial rojiblanco también se mira al ombligo. Sobre todo, porque está obligado a corregir sus prestaciones en Lezama, ya que es el segundo peor equipo del grupo como local, paradójicamente solo por encima del cuadro verdinegro. Los cachorros han sumado menos de un tercio del total, 9 puntos sobre 30, cuando compiten en su feudo y donde les ha penalizado errores puntuales en las dos áreas, hasta el punto de que ha perdido cuadro de sus últimos seis partidos en Lezama, que se ha convertido en una especie de bicoca para sus visitantes.

Ex de Lezama

Lo cierto es que un derbi ofrece su punto emotivo, especialmente para aquellos jugadores que han militado en las dos casas. La nómina de estos casos es alta en la plantilla del Sestao River, donde comparten vestuario hasta ocho futbolistas que tienen pasado en Lezama en diferente etapas. Iago Herrerín lidera ese listado, ya que el veterano meta, que recaló en la factoría rojiblanca dos décadas atrás en categoría juvenil, jugó después en el Basconia, en el Bilbao Athletic y más de 130 partidos en el Athletic, con el que fue titular, entre otros logros, en la final de Copa de 2015. Markel Etxeberria ejerció en el Bilbao Athletic, en el que tuvo amplio recorrido y con el que compitió en Segunda División en la campaña 2015-16; Gorka Garai, el capitán, lo hizo en el Basconia; el talentoso Asier Córdoba destacó en el primer filial pero no llegó al primer equipo; Jon Rojo, fichaje invernal del River, completó tres cursos en el Bilbao Athletic, al que llegó desde el Deusto; Jon Etxaniz, de 34 años de edad, salió de Lezama en 2011; mientras que Erlantz Palacín, que no se ha recuperado de una lesión de tobillo, y Miguel Barandalla ejercen en el Sestao River como cedidos por parte del club bilbaino.