“Necesitamos un presupuesto digno para competir con garantías”. Es el mantra al que ha recurrido en los últimos tiempos en diferentes ocasiones la Junta Directiva del Sestao River, que ha tenido que hacer malabares contables para que dieran los números y sobrevivir en una categoría tan exigente como la Primera RFEF, que roza la profesionalidad en todos sus matices. Cabe recordar que el propio presidente de la entidad verdinegra, Ángel Castro, alertó, en declaraciones a este periódico el pasado 7 de junio, de que el club podría renunciar a la plaza en la categoría de bronce si no encontraba vías inmediatas para incrementar el presupuesto en unos 200.000 euros, deseo que vio cumplido en las fechas posteriores a ese grito de socorro, pero, como se conoce popularmente, puede quedarse en pan para hoy y hambre para mañana. Por ello, los dirigentes del Sestao River han dado un paso que llevaban madurando desde meses atrás, que no es otro que plantear a su masa social la conversión del club en sociedad anónima deportiva como solución para avalar la sostenibilidad de la entidad en el futuro.
La Junta Directiva presidida por Ángel Castro, quien ha avalado personalmente 200.000 euros de un presupuesto actual de 1,4 millones de euros, ha citado a su masa social para el próximo día 20, miércoles, en la Escuela de Música de la localidad en la que tendrá lugar una Asamblea General Extraordinaria en la que se expondrá, como primer punto del día, el estado económico del club –que precisamente no es nada boyante de cara al porvenir cercano una vez que la no clasificación del conjunto de Ángel Viadero vía Copa Federación, de la que quedó apeado en la última y definitiva eliminatoria ante el Compostela, para la presente edición de la Copa ha impedido al club ingresar entre 100.000 y 200.000 euros con el hándicap que supone–, y la posibilidad, como segundo punto, de la conversión de la entidad en sociedad anónima deportiva (SAD), para la cual tendrá lugar una exposición informativa por parte de un gabinete jurídico con sede en Madrid especialista en estos procesos societarios, una alegación que en ningún caso será sometida a votación.
Las fuentes consultadas por DEIA apuntan a que la Junta Directiva, que se guarda la información para trasladarla primero a sus socios, ha mantenido ya contactos con posibles inversores para avanzar una previsión de esa ampliación del capital social que se estimaría idónea para la constitución en SAD, pero que, eso sí, debería contar, entre otros trámites normativos –se necesita también el respaldo mínimo de dos tercios de la Asamblea General de Socios–, con el beneplácito del Consejo Superior de Deportes (CSD), dentro de un proceso que se alargaría durante más de un año, siempre y cuando durante ese camino, incluidas las tres fases para la adquisición de acciones, no surjan contratiempos.