El Portugalete se queda sin ascenso de la manera más cruel

El fútbol fue cruel este domingo con el Portugalete. El deporte rey tiene estas cosas. El equipo de Iván Franco hizo casi todo lo que hay que hacer para conseguir el ascenso y se quedó en la orilla. Con cara de tonto. A un paso del cielo. Fueron los cinco minutos finales del tiempo reglamentario en los que los de casa cedieron en su empuje y el rival olió la sangre. Y lo aprovechó. El Yaiza, que en la espalda de su camiseta de entrenamientos dice El fracaso solo existe cuando te rindes, no se rindió. Nunca se rindió. Lo dejó claro cuando empató en el último minuto de la prolongación del partido. En el 97. Aunque ya lo había avisado en la recta final. Cuando herido y en inferioridad numérica se lanzó al ataque a la desesperada. Con diez, forzó la prórroga y tampoco se rindió. No se notó la inferioridad y se llevaron con mérito la eliminatoria final a la lotería de los penaltis. Y ahí ganaron. Porque se sintieron fuertes con Nauzet de referente. A sus 39 años trasladó su veteranía a las pocas fuerzas que quedaban a los jugadores del Yaiza y lograron el ansiado ascenso. Y ellos sí que tocaron el cielo. Nauzet, que volvía tras cuatro partidos de sanción, tiene en su palmarés haber jugado en Primera División con Las Palmas y Osasuna y se notó. Es curioso que el Yaiza, al que no le habían pitado ningún penalti a favor en toda la temporada, se haya jugado la suerte del ascenso a Segunda RFEF desde los once metros. Y lo consiguiera en La Florida frente a un Portugalete que se quedó, lamentable e increíblemente, con la miel en los labios. Una pena. Nunca estuvo tan cerca. Pero, inmerecidamente, le tocó llorar en el último partido.

El Portugalete salió eléctrico para sorprender. Se creía mejor que su rival tras lo visto en la isla y además jugaba en casa, con su público a favor. El conjunto de La Florida rayó a un gran nivel en la primera parte. Incluso en la segunda. Un error temprano en la salida de balón del conjunto insular dejó el balón en los pies de Okolo que fue zancadilleado en su intento de remate pero el árbitro no lo consideró penalti. Demasiado pronto, quizás. Zorrilla desde la frontal hizo volar a Nauzet, no en vano la vuelta del veterano guardameta a la puerta del Yaiza se le hizo bola al conjunto local. Era un comienzo más que esperanzador para los jarrilleros. Villar, que esta vez no se alió con el gol, remató raso junto al palo queriendo emular los otros partidos de las eliminatorias anteriores. Okolo se mostraba hiperactivo. Era la referencia local en ataque, como en la segunda parte de Lanzarote. Cada una de sus acciones levantaban a la grada local. Elías también probó suerte desde la frontal y el esférico hizo un efecto que tampoco perturbó a Nauzet. De cabeza después remató Zorrilla.

El cuadro jarrillero estaba muy cómodo con la presión del partido. Estaba a gusto sobre el rápido verde. El Yaiza bastante tenía con intentar enfriar el choque, esperando una oportunidad en ataque. Villar puso un caramelo al área donde estaba Okolo pero la defensa isleña le quitó el balón de la cabeza. Okolo seguía eléctrico y el partido estaba precioso con un Portu desmelenado en busca del gol y del ansiado ascenso.

En la segunda parte, los locales apretaron con varios saques de esquina a favor y el Yaiza se pertrechaba en su propia área. Nates sacó uno de ellos desde la izquierda y Zorrilla, que vio venir el balón casi a ras de suelo, se lanzó de cabeza para entre una nube de piernas alojar el esférico junto al palo. El Portu estaba dando un recital y ya se sentía seguro con la ventaja. El ascenso estaba cada vez más cerca. Santamaría disparó desde la frontal y el balón tras tocar en Villar estuvo a punto de coger puerta. El Yaiza aún no había tirado a gol. Pero a cinco minutos del final Ibon sacó con los pies la primera ocasión obra de Diego. Izurieta cruzó demasiado en otra llegada portugaluja. En el minuto 93, Ibon volvió salvar a los suyos en la segunda llegada del Yaiza, un remate raso de Ubay. Y, en el minuto 97, en el tercer acercamiento de los de Lanzarote, llegó lo inesperado. Un envío de Diego desde la derecha no lo pudieron rematar ni Alex Yunes, ni Agustín, pero sí Javi Melíán que selló el empate.

En la prórroga el Portu resultaba dominador pero el recibir el empate le había hecho sentirse vulnerable y ya no sometía a un desbocado rival que empezaba creer en el milagro. Santamaría cabeceó alto. La salida de Ieltxu imprimió velocidad al ataque local por la banda derecha. Nauzet por bajo impidió el gol del joven atacante vizcaino. La prórroga mandó el partido a los penaltis y ahí se impuso el Yaiza.