Eduardo Rivacoba suma una década como presidente del Portugalete y pese a tan largo mandato dice que el cargo “no me quema”, todo lo contrario, “a mí esto me gusta”. Por ello, está ilusionado en que el conjunto jarrillero haga historia el domingo en La Florida con el ascenso a Segunda RFEF, un objetivo que se cumplirá si el colectivo de Iván Franco vence al Unión Sur Yaiza tras el empate firmado en el duelo de ida disputado en Lanzarote.

¿Cómo están las pulsaciones de cara a la final del domingo?

—Bien. Estamos concienciados en que va a ser un partido muy duro, pues es el partido definitivo, no va a ser fácil para ninguno, y nosotros vamos a intentar imponer nuestras armas para superar al rival.

Se nota mucho movimientos aquí, en la sede del club.

—Hay que organizar un partido donde esperamos una afluencia de público de unas 3.000 personas, hay que congregar hasta 28 personas que colaboren, que en este caso además tenemos la suerte de que contamos con personas que lo hacen de manera altruista. Vamos a habilitar un segundo ambigú en la portería de Los Llanos, y así sea todo más organizado, menos masificado, todo eso pues conlleva un trabajo.

O sea, se espera que La Florida sea una caldera pese a que el socio tiene que pasar por caja.

—Lo único que sé es que hay partidos de ayuda al club, y este es un caso, hay que ayudar al club. ¿Por qué? Porque cada eliminatoria de play-off supone unos gastos al club. Ya le he comprado la entrada a mi ama, evidentemente todos entendemos que el club conlleva unos gastos. Para empezar, 15 días de sueldos, de Seguridad Social, el otro día los desplazamientos, gastos añadidos de logística, hay que pagar los arbitrajes, que cada arbitraje cuesta casi mil euros en estas eliminatorias.

¿Cómo fue la experiencia en Lanzarote de organizar ese viaje con tan pocos días de margen?

—Eso sí que fue estresante, porque al ser el sorteo el lunes a la una del mediodía… Tienes que organizar la logística de un viaje que nunca has realizado, lo tienes que hacer coordinado con un tercer elemento, que es la Federación Española de Fútbol, que subvenciona parte de esos gastos. En tan pocos días, además, los precios varían mucho de un día a otro, los aviones se han llegado a duplicar de un día a otro.

¿Se pierde dinero?

—Mucho dinero. La Federación paga 21 pasajes y nosotros hemos pagado los siete restantes. Se ha ido un pico.

¿Qué le transmite la gente por el pueblo?

—He visto a la gente muy, muy ilusionada. Es muy bueno si luego se mantiene al equipo un poco al margen de esa euforia. Veo a la gente ilusionada con el equipo, muy agradecida por los esfuerzos que está haciendo, reconociendo el trabajo y el esfuerzo que están haciendo, y entiendo que el domingo va a ser uno de los grandes días en La Florida, donde volveremos a tener 3.000 personas. Insisto que lo bueno de esto es intentar aislar al equipo de esa euforia.

¿El lugar del Portugalete está en Segunda RFEF?

—Yo creo que sí. Como club lo tengo clarísimo. Solamente hay que mirar un poco a los equipos que están en Segunda Federación y no nos sentimos inferiores a nadie. O a pocos.

¿Hay miedo al fracaso?

—No. No vamos a fracasar. ¿Cómo vamos a fracasar si hemos llegado a la última fase del play-off? Todos entendemos que un partido de fútbol es un partido de fútbol y el problema lo tiene el que no lo entienda.

Pero el objetivo del Portugalete es el ascenso.

—Pero es como cuando compras la lotería y el objetivo es que te toque.

¿En qué argumenta esa confianza de que lo conseguirán?

—He visto trabajar al equipo durante todo el año y su actitud ha sido irreprochable durante todo el año. Pocas veces me he encontrado un equipo con tanto trabajo, con tanto entusiasmo, con tanto compañerismo, con tanta disciplina, con tanta fe en el resto. Pasamos una mala época allá a principios de año y probablemente tocáramos fondo. La Junta Directiva reforzó al cuerpo técnico y al equipo. Les transmitimos confianza, que si seguían trabajando así, las cosas tenían que salir bien por narices. Ellos creyeron, entraron en el play-off con esa confianza y las cosas, por tanto, han ido sobre ruedas.

Volvamos a esos picos bajos que comentaba. ¿Iván Franco llegó a estar cuestionado? ¿Puso su cargo a disposición del club?

—Son cosas diferentes. ¿Si el entrenador puso su cargo a disposición en la Junta? Eso es cierto. Y se le rechazó totalmente y se le argumentó porqué no se le admitía eso. Lo entendió a la primera y de la misma forma que puso en un momento de debilidad su puesto a disposición de la Junta, entendió que su sitio es este y que nuestro entrenador es él.

¿Se liberó?

—Sí, fue una liberación. Y entendió que si la Junta Directiva confiaba tanto en él, era por algo. Entonces tenía que seguir haciendo ese trabajo. Y le dije: “Sigue haciendo ese trabajo que estás haciendo, que ya te saldrá bien, que a todos los entrenadores del mundo, me imagino menos a Guardiola, han vivido un momento que han tenido malo. Pero la cuestión es si eres buen entrenador o si no eres buen entrenador. Y eres buen entrenador”. Y, además, le dije: “Siéntete alabado de que te está diciendo esto un presidente que cuando se ha tenido que cepillar a un entrenador, se lo ha cepillado sin contemplaciones, como me imagino que te habrán contado”. Todo eso le supuso un refuerzo.

¿Seguirá siendo el entrenador si asciende al Portu?

—Por mí sí. Si ascendemos, lo tiene por contrato. Y si no ascendemos, me gustaría que siguiera siéndolo.

¿Iñigo Murua continuará también como director deportivo?

—Probablemente. Tiene contraídos méritos. Y a partir de la semana que viene habrá que hablar.