Iñigo Pérez (Iruñea, 1988) es desde este miércoles el nuevo entrenador del Rayo Vallecano. El exjugador del Athletic ha aceptado la oferta del conjunto de la franja tras la destitución de Francisco la víspera por los malos resultados que arrastran los madrileños.

El navarro, que desde que colgó las botas había ejercido de segundo de Andoni Iraola, se estrenará en el cargo de primer entrenador en su carrera en los banquillos. Pérez regresa al Rayo ocho meses después de finalizar la etapa de Iraola, con el que puso rumbo al Bournemouth. Pero en Inglaterra no pudo estar mucho tiempo por unos problemas con el permiso de trabajo.

Iñigo Pérez, que firma hasta final de temporada con opción a una más, ha sido presentado este mismo miércoles. El Rayo ya le sondeó para que cogiera al equipo tras el adiós de Iraola. Conocedor a la perfección de la casa y con una buena relación con el vestuario, al excentrocampista del Athletic le llega ahora la oportunidad. Los de Vallecas son décimo cuartos en la clasificación, a siete puntos del descenso.

En junio no era el momento

En su presentación, Iñigo Pérez, en declaraciones recogidas por la agencia Efe, ha asegurado que "es un día ilusionante para mí, aunque es cierto que uno tiene empatía y sensibilidad y es difícil para todos. Entras porque alguien sale, lo entiendo así. Aún así estoy muy contento. En verano hubo una opción de venir, pero no la sentía como propia. La persona que estuvo aquí (Iraola) había creado algo y yo quería seguir".

El navarro no ha escondido su idea de fútbol: "Somos conscientes que mi idea de fútbol parte de Iraola y de entrenadores con los que hemos compartido vestuario. Hemos compartido muchos años en el fútbol profesional y, dicho esto, no hay que engañar a nadie. La idea es similar, por eso hemos trabajado juntos, y el club quiere llevar la idea y la línea que me gusta".

El nuevo entrenador del Rayo ha reconocido que, aunque las comparaciones con Iraola se van a dar, las gestiona de forma natural: "Entiendo esa comparativa cuando sucede este proceso, como pasó en el Real Madrid con Ancelotti y Zidane o en el Barcelona con Guardiola y Tito Vilanova. Veníamos de estar juntos en la adolescencia en la residencia y la comparación la veo como algo natural. No me da miedo, lo gestiono con naturalidad, pero llegados el momento hay una fragmentación y Iraola es uno y yo soy otro".

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