No bajan tranquilas las aguas en el entorno del Portugalete, uno de los gallitos del grupo IV de Tercera RFEF. El conjunto aurinegro no encuentra su mejor versión, salvo en partidos puntuales, y su manifiesta irregularidad le penaliza respecto a sus más directos rivales, el Vitoria, líder, y el Beasain, segundo clasificado, que superan a los jarrilleros en la tabla en once y cuatro puntos, respectivamente. Una irregularidad que proyectó un nuevo episodio el pasado domingo en La Florida, cuando el colectivo de Iván Franco no pudo pasar del empate ante el Añorga, colista y nuevo en la categoría, en un encuentro en que pudo golear en el primer acto, pero que en el segundo su pobreza futbolística le costó dos puntos que se escaparon en los minutos finales. El desenlace enojó a la exigente masa social de la entidad portugaluja que, pese a ese enfado y a las declaraciones tras el duelo del propio entrenador, confirma su plena confianza en este último tal como afirmó ayer miércoles a DEIA Iñigo Murua, responsable de Dimension Football, la empresa que gestiona la dirección deportiva del Portu. “Iván va a seguir con nosotros hasta final de temporada, tiene nuestra total confianza, creemos en su trabajo y no podemos activar la alarma cuando ocupamos la tercera posición”, subraya Murua, convencido de que el conjunto de Ezkerraldea pelará por lo máximo.

El director deportivo no comparte que haya que sacar punta a las palabras de Iván Franco, porque él mismo “asumió su responsabilidad”. Hay que recordar que el técnico aurinegro censuró la actitud de su equipo en el segundo tiempo, además de rebajar las expectativas que se generaron en pretemporada. “He pasado vergüenza por momentos. Hemos salido sin respeto al rival y la actitud no ha sido la correcta, había mucha gente andando por el campo. El nivel de activación de la gente no ha sido el adecuado y eso es responsabilidad mía”, soltó el de Barakaldo, que se formó como jugador en las categorías inferiores del Athletic hasta la etapa del Basconia y que fue un poco más allá en su reflexión: “Tenemos que darnos cuenta de que no somos mejores que nadie y tenemos que darle una vuelta, hacer autocrítica”.

Iñigo Murua no cree que esas declaraciones hayan sentado mal en el vestuario y niega ciertos rumores que apuntaban hacia un hipotético ultimátum al entrenador en caso de no vencer el domingo en Artunduaga al Basconia, uno de sus rivales en la zona alta. “Nosotros creemos en este proyecto y lo que necesita el Portugalete es una estabilidad en el banquillo de la que ha carecido en años anteriores, por lo que no debemos caer en mal rollos, sino en apoyar a un grupo que trabaja de lo lindo y que quiere conseguir objetivos”, matiza el director deportivo aurinegro, que recuerda que han perdido a dos jugadores importantes para lo que resta de campaña como son Hugo Cabanas y Jon Urkiza, quienes han sufrido sendas roturas de cruzado. A causa de estas dos graves lesiones, el club se ha movido para consumar las cesiones desde el Athletic del central Ander Lorente, que el curso pasado se lesionó de importancia durante su estancia en al Sestao River, y de Ieltxu García, que militaba en el Basconia. Este último fue de lo poco salvable del partido del Portugalete sobre el Añorga, marcó el tanto de los jarrilleros, dio muestras de su verticalidad y el domingo se reencontrará con su anterior equipo ya que el Athletic no ha impuesto cláusula alguna.