“Estamos en esta situación porque no estamos teniendo acierto”. La reflexión de Aitor Calle, técnico del Sestao River, habla por sí sola y explica las penurias que sacuden a su equipo, después de que el pasado domingo fuera incapaz de batir en Las Llanas al Unionistas en un partido marcado por el profundo desacierto del conjunto verdinegro de cara a la meta salmantina, con tres lanzamientos a la madera y al desaprovechar también dos claras ocasiones de marcar. No en vano, esta falta de pegada está penalizando a un equipo que propone más cosas en el verde a medida que pasan las jornadas, pero que sigue sin encontrar soluciones para ofrecer credibilidad en el área rival. El Sestao River, penúltimo clasificado del grupo I de Primera RFEF, es el tercer equipo menos goleador de toda la categoría, con 12 dianas en su haber, y solo supera en esta estadística al Melilla (10) y al Teruel (9), colista de su grupo y al que tampoco pudo derrotar una semana atrás, al mismo tiempo que en los once encuentros que ha disputado ante su gente no ha visto puerta en cinco, prácticamente la mitad, un mal dato que genera ansiedad en sus hombres más ofensivos, entre ellos Leandro Martínez, su pichichi el curso anterior y que en esta únicamente ha hecho un gol, que ejecutó al transformar el penalti que supuso la victoria vizcaina semanas atrás sobre el Celta Fortuna.

El duelo frente al Unionistas, que se presentó en Las Llanas tres días después de hacer sudar al mismísimo Barça en la Copa, que deja “un muy mal sabor de boca” en el entorno verdinegro, tal como subrayó Aitor Calle, contento con el fútbol de los suyos, pero no con el resultado, sobre todo porque su equipo se ha tenido que conformar con sendos empates en los dos encuentros consecutivos competidos en Las Llanas. “En la segunda parte hemos sido muy superiores, hemos sido el equipo que más ha hecho por ganar y solo nos ha faltado el acierto, que se va repitiendo en el tiempo. Ha sido un ejercicio mayor de impotencia, de rabia, de desacierto de cara al gol”, matizó el bilbaino, que también reconoció la urgencia de ganar del River, que el sábado rinde visita al Toralín, donde se enfrenta a la Ponferradina, líder del grupo y con la sensible ausencia de Armando Corbalán, el futbolista con más minutos recorridos y que ante el Unionistas vio la quinta tarjeta amarilla del ciclo.

Un exigente duelo ante el cuadro que dirige Iñigo Vélez de Mendizabal, extécnico del Amorebieta entre otros equipos, para el colectivo verdinegro y en el que el pasado sábado debutó en partido oficial el central Antxon Jaso, uno de sus refuerzos en este mercado invernal. El navarro, con pasado en Lezama, completó los noventa minutos de juego y rindió a un alto nivel, lo que tampoco extrañó a un Aitor Calle convencido de que Jaso, que también puede jugar como lateral izquierdo y que llega a Las Llanas después de cerrar su etapa en el Othellos Athien chipriota, “es un refuerzo que nos va a dar muchísimo. Se trata de un jugador contrastado en la categoría, de perfil zurdo, y pocas opciones mejores teníamos a las de Jaso, que ha sido jugador del Amorebieta y del Real Unión, por lo que sabe de qué va esto”. “Estamos vivos, quedan 54 puntos y estamos a cuatro de la salvación”, sentenció Aitor Calle.