El Amorebieta no cesa en su descrédito en esta su segunda andadura en LaLiga Hypermotion, que ya ha consumido el primer tercio de recorrido. Son 14 jornadas disputadas y la trayectoria del conjunto zornotzarra ha ido de más a menos de manera tan elocuente que, visto su arranque de curso, sorprende a propios y extraños, La nueva derrota que el colectivo de Haritz Mujika sufrió el domingo ante el Huesca, que le supera en la tabla, no hace más que acentuar su pésimo momento, ya que no gana desde el pasado 17 de septiembre cuando batió en Lezama al Mirandés, por lo que son ocho encuentros consecutivos los que encadena sin conocer el triunfo, a los que se añade el déficit de no ver puerta en los cuatro más recientes. Casi dos meses en los que el Amorebieta, que solo ha sumado dos puntos de 24 posibles, asoma como el peor equipo en este tramo, incluso por debajo del Cartagena, colista de la categoría, lo que ha devaluado su cotización desde esa sexta fecha de liga, cuando ocupaba la décima posición a solo dos puntos de la zona de play-off y con un colchón de cinco sobre los puestos de descenso. Cerrada esta última jornada, el equipo azul es penúltimo con cuatro puntos de margen sobre el farolillo rojo y a tres de la permanencia que marca el Villarreal B, con el que también ha hincado la rodilla el cuadro vizcaino, que, pese a este escenario negro, es consciente de que aún queda mucho pescado por vender, como así también lo aprecia la Junta Directiva presidida por Jon Larrea, que mantiene su confianza en el entrenador.

Un Haritz Mujika tocado por el inesperado traspié sufrido, como también el vestuario, que “está jodido, porque al final era un partido importante, más que para la clasificación, también lo era para nosotros, para vernos, para sentir eso otra vez que estábamos sintiendo en Lezama, de ganar, de ser más fuertes en casa”. El de Pasaia reconoció, en este sentido, que la victoria del Huesca “ha sido un palo”, en un partido marcado por el penalti cometido por Iker Seguín, el capitán y que fue expulsado por esa acción, cuando despejó con la mano en la línea de gol de su propia portería un remate de cabeza de un rival. “El partido era de muy 0-0, 1-0, 0-1, y el que aprovechara los errores del rival tenía toda la pinta de que se iba a llevar el gato al agua y así ha sido. Podríamos haber evitado la primera peinada y luego el remate, pero al final lo que te pasa por ahí es el instinto, lo ha dicho él (Seguín) también y ha pedido perdón”, subrayó un cariacontecido Mukija, que no duda en hacer autocrítica: “Generamos poco y tenemos que mejorar en ese sentido para poder hacer más daño al rival. No queda otra más que exigirse, desde yo hasta el staff, todos los jugadores, exigirnos mucho más, darle una vuelta y apretar más, porque en este sentido no nos está dando y se está viendo”.

La plantilla del Amorebieta vuelve a ejercitarse hoy de cara a preparar la complicada visita del sábado al Sporting, segundo clasificado, para la cual Mujika espera recuperar a alguno de los lesionados –Jorge Mier, Xabi Etxeita y Eneko Jauregi– que fueron baja ante el Huesca.