No son buenos tiempos para la lírica en clave Amorebieta. El conjunto azul sufrió el sábado en el Nuevo Pepico Amat una nueva derrota, con lo que las jornadas consecutivas que encadena sin conocer la victoria se elevan a siete y su situación va en deterioro cada partido que pasa. Transcurridas las primeras trece jornadas, el colectivo de Haritz Mujika es consciente de la crisis de resultados por la que atraviesa y las señales de alarma ya son evidentes, sobre todo porque el equipo zornotzarra apenas asoma síntomas de recuperación, especialmente cuando comparece lejos de Lezama, donde se convierte prácticamente en un chollo para sus contrarios. El Eldense, con el que compartió pugna el curso pasado en Primera RFEF, olió las debilidades del Amorebieta para firmar un éxito que vale más que tres puntos por aquello de competir en las misma coordenadas y, de paso, aumentar su distancia con los azules, que continúa inmersos en los puestos descenso de LaLiga Hypermotion, donde enlazan tres partidos sin ver puerta, un déficit que explica parte de sus males clasificatorios. “Hemos estado acercándonos mucho a área rival tanto en la primera parte como en la segunda. Pero no hemos sabido finalizar las ocasiones que hemos tenido. Los detalles han estado en el área”, reconoció Mujika, al que no le sirvió de nada los diferentes retoques tácticos que introdujo en feudo alicantino.

Lo cierto es que el futuro del Amorebieta no pinta nada bien a corto plazo a tenor de sus números y de las sensaciones que ofrece. Tanto que incluso su momento es muy similar al que vivió hace dos temporadas a estas alturas de la película en su primera andadura en la división de plata. Como se sabe, le abocó al descenso. El equipo dirigido entonces por Iñigo Vélez de Mendizabal, hoy en día técnico de la Ponferradina de Primera RFEF, cerró la décimo tercera jornada, también en puestos de descenso, con nueve puntos en su haber, uno menos que los actuales que posee el conjunto zornotzarra, con los mismos goles a favor, doce, pero con 19 en contra frente a los 21 actuales, una sangría defensiva que lastra a este Amorebieta, que ha encajado 17 de esos goles como visitante. Así las cosas, Haritz Mujika, que de momento no ve peligrar su puesto, debe resetear su idea habitual con el objetivo de cambiar la dinámica de su equipo, al que le alivia en cierta medida tener libre la semana al quedar exento de la primera eliminatoria de Copa al conquistar el Trofeo de Campeones de Primera RFEF, un respiro del que no goza el resto de equipos de la categoría, entre ellos el Huesca, su rival el próximo domingo en Lezama y que ayer domingo no pasó del empate en su terreno frente al Albacete, por lo que sigue en la penúltima posición, con un punto menos que los vizcainos.