La Real Sociedad, en la antesala de la Champions
Real Sociedad 1
Almería 0
REAL SOCIEDAD: Remiro; Gorosabel (Min. 81, Aritz Elustondo), Pacheco, Le Normand, Aihen; Zubimendi, Merino, Silva (Min. 19, Brais Méndez); Kubo, Oyarzabal (Min. 60, Barrenetxea) y Carlos Fernández (Min. 60, Sorloth).
ALMERÍA: Fernando Martínez; Pozo, Ely, Babic, Akieme; De la Hoz (Min. 81, Embarba), Samu Costa (Min. 46, Egüaras), Puigmal (Min. 67, Ramazani); Lázaro (Min. 57, Sousa), Luis Suárez y Portillo (Min. 57, Robertone).
Gol: 1-0: Min. 45+4; Take Kubo.
Árbitro: González Fuertes (Comité Asturiano). Expulsó en el minuto 35 con roja directa a Luis Suárez.
Incidencias: 31.574 espectadores en el Reale Arena, Se guardó un minuto de silencio por el recientemente fallecido Iñaki Alkiza. expresidente de la Real Sociedad entre 1983 y 1992.
La Real Sociedad dio otro paso para entrar en la Champions, que podría confirmarse hoy si el Villarreal no gana su partido, tras hacer los deberes ante un Almería que no pudo parar al goleador Take Kubo y que pagó muy cara la expulsión en el primer tiempo del colombiano Luis Suárez.
Las cosas no arrancaron bien para el conjunto de Imanol Alguacil, ya que a las primeras de cambio se lesionó David Silva, entre algodones la pasada semana, por lo que el faro del fútbol ofensivo local estaba en riesgo de apagarse sin la presencia del canario. Los almerienses echarían un cable cuando la Real pasaba su momento más bajo, Luis Suárez hizo una inncesaria entrada en el medio campo a Le Normand y tras revisión VAR el delantero enfilaba el camino a vestuarios con un enfado monumental.
Ahí empezaba otro encuentro en el que los donostiarras estaban ya mucho más cómodos en el campo, de forma que Carlos Fernández avisó con un remate que tenía que haber marcado por la claridad de su posición y en el descuento previo al descanso llegó la acción individual, con un gran remate, de Kubo para poner en ventaja a su equipo. La segunda mitad tuvo otro color para una Real que encerró al Almería en su campo y, como un partido de balonmano o waterpolo, circuló de lado a lado hasta encontrar el hueco que le permitiera cerrar el partido.