Carlos Lasheras (Beasain. 3 de enero de 1966) habla desde la experiencia. Como jugador militó en las filas del Alavés, Zaragoza, Barakaldo, Málaga y Aurrera de Vitoria, y ha ejercido como director deportivo, con anterioridad a recalar en el Sestao River, en el propio Aurrera, Alavés, Burgos, Mirandés (cuando alcanzó la semifinal de Copa ante el Athletic de Bielsa), Ponferradina, Alcorcón y Logroñés, un extenso currículum al que pone más brillo con el ascenso del equipo verdinegro a Primera RFEF, una categoría cuasi profesional de alto nivel. Reclama mantener parte del núcleo duro de la plantilla, renuevan cuatro o cinco por objetivos, y se inclina por fichar un perfil de jugador “que conozca el club, que conozca el espíritu que se vive aquí, el campo, la afición, alguien que sea comprometido, que tenga mucha ilusión, gente joven con muchas ganas”.

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En imágenes: El Sestao River será equipo de Primera División RFEF Oskar González

¿Qué reflexión hace ya con la cabeza fría del ascenso de este River?

—Sí es verdad que era un objetivo que lo veíamos llegar, porque la trayectoria del equipo así lo marcaba. Te hace reforzarte en el sentido de que el trabajo ha sido bueno, de que hemos hecho bien las cosas, de que ese trabajo diario que no se ve normalmente, tanto nuestro como de los técnicos, de los jugadores, del club, al final se ve reflejado, en que ha merecido la pena.

También deberá sacar pecho como director deportivo, por lo que te toca, ¿no?

—Soy una persona a la que no me gusta ni sacar pecho en los momentos buenos ni venirme abajo en los momentos malos, porque el fútbol tiene estas cosas, unas veces estás arriba, otras veces estás abajo. Todos sabemos cómo es el fútbol, influye en muchos aspectos externos a lo que es el fútbol en sí y hay veces que salen y otras que no.

Porque se suele acentuar más los fracasos, sobre todo si es la figura del director deportivo.

—Por supuesto que sí. Un descenso o un año malo te marca mucho más que la resolución del objetivo como, en este caso, un ascenso. Intento ser bastante frío en estas circunstancias y estar preparado para cuando lleguen también mal dadas.

¿Es más cómodo trabajar en la sombra?

—Sí, sí. Para mí es más cómodo y me siento mejor que trabajando en primera línea como puede ser la del entrenador, lógicamente. Empecé de entrenador un par de años pero yo entendía que me gustaba más la labor de estar detrás. Lógicamente, si las cosas van mal, al final también nos llega al director deportivo, pero el entrenador está muchísimo más expuesto que nosotros.

¿En qué cree que ha acertado?

—En primer lugar, en la continuidad de la plantilla y del grupo, tanto de los técnicos como de jugadores, que han prolongado la tan buena temporada que hicieron el pasado año. Eso nos ha reforzado y luego hemos acertado en la confección de la plantilla en cuanto no solo a jugadores, que también, pero sí en la persona y en los valores que tiene cada uno de los jugadores que hemos traído. Hemos conseguido hacer un grupo muy competitivo, muy comprometido, con mucha ilusión, gente joven, gente veterana, haciendo una mezcla.

¿Suerte, intuición, sabiduría...?

—El conocimiento de los jugadores es primordial. El fútbol hay que seguirlo diariamente, hay que ver todas las categorías, hay que ver todos los jugadores y luego el acertar, el tener esa intuición, lo que dice, el creer que puede encajar en lo que tú quieres, también ver un poco las características del club en el que estás y ver qué perfil de jugador puede encajar en ese equipo.

Le toca diseñar el nuevo proyecto en Primera RFEF, ¿qué líneas maestras se marca? ¿qué perfil de jugador necesita para la categoría?

—Tiene que seguir en la línea del jugador del entorno, del jugador que conozca el club, conozca el espíritu que se vive aquí, el campo, la afición, alguien que sea comprometido, que tenga mucha ilusión, gente joven con muchas ganas.

Y la pasta, hablando en plata, es la que manda.

—No puedes pelear con ciertos clubes a la hora de contratar jugadores y entonces tienes que buscar otro perfil de futbolista con más compromiso, más arraigado, más del entorno, más disciplinado, que crean en el proyecto, gente con más hambre respecto a jugadores a los que no puedas llegar.

¿Va a continuar Aitor Calle como técnico?

—Pues bueno, estamos todavía de resaca del ascenso del otro día y la verdad es que ni nos hemos puesto a hablar de todo esto aún. Hay elecciones en pocos días (el 14 de mayo), a ver qué quiere el presidente...

¿Carlos Lasheras quiere que siga?

—Aitor es una persona que ha hecho un gran trabajo, siente mucho a este equipo. Es el único que ha conseguido un ascenso de jugador y de entrenador en el club, y yo creo que él está muy contento aquí. Lo siente mucho, lo vive mucho y me parece una persona que ahora mismo puede ser importante en esa labor.

¿Se mantendrá también el grueso de la plantilla?

—Debemos ver nuestras situaciones. Tenemos jugadores muy capacitados, pero también hay que darse cuenta que las categorías están para algo y que lógicamente todos no van a poder seguir en este grupo.

¿Hay futbolistas que han renovado ya por haber conseguido el ascenso?

—Sí, yo creo que ahora mismo tenemos cuatro o cinco jugadores por consecución de objetivos.

¿Hablamos de Leandro, Markel Etxeberria, Garai, Goti...?

—Sí, hay varios. Algunos dependían de variables de partidos y demás.

O sea, que no se va a dar un desmantelamiento, un borrón y cuenta nueva.

—Cuando he conseguido los objetivos en ciertos clubes me ha gustado contar con la base del equipo, pero veremos primero a ver qué ocurre tanto en la cabeza del club como en lo que respeta a nosotros.

¿Ya le ha dicho el presidente que la plantilla va a suponer un gasto de 600.000 euros?

—No lo sé exactamente, supongo que ahora mismo el presidente y la Junta Directiva estarán echando sus números para valorar qué presupuesto va a tener el club. Tampoco podemos hacer locuras. Es lo que tienen clubes modestos, eres cabeza de ratón en una categoría pero llegas a otra en que eres la cola de león o sea. Hay muchos equipos que juegan en esa categoría como el Barça Atlètic, Murcia, Castellón, Nàstic... equipos de un potencial económico mucho más alto respecto al que puede tener este club.

¿Hablará pronto con el Athletic para conseguir cesiones teniendo en cuenta que el filial desciende?

—El Athletic debe ser un socio principal del Sestao River, tiene que haber hilo directo entre ambos. Podemos ser un club interesante para el Athletic de cara a ser un club, diría, trampolín. Yo estoy muy contento con la relación que hemos tenido con el Athletic.

Este año han tenido tres cedidos por parte del Athletic, pero, al margen de la salvedad de Ander Lorente (no ha podido debutar desde que recalara en el mercado invernal por una lesión grave de rodilla), ni Asier Grande ni Kepa Uriarte han tenido los minutos deseados.

—Creo que Kepa sí ha tenido más, pero una lesión de tobillo le cortó en su mejor momento y le paró dos meses y pico. Asier se ha encontrado con competencia, aunque ha tenido protagonismo. Estoy muy contento de cómo se ha portado el Athletic en este caso con nosotros.

¿Va a priorizar la búsqueda de un ‘killer’ del área?

—Encontrar un delantero goleador es difícil y tampoco hay que volverse locos, conscientes de las limitaciones económicas. No sé, además, en qué quedará todavía... si estaremos aquí, si no estaremos.

¿Su continuidad está en el aire?

—Ahora mismo no se puede hacer ningún tipo de valoraciones, hay elecciones… Creo que el camino por el que tiene que seguir el club es mantener el núcleo fuerte y reforzarse en el entorno cercano.