La vida sigue igual en el LIV Golf para Jon Rahm que en la séptima cita del curso en el Jack Nicklaus Golf Club de Incheon cumplió con su cita con el Top 10 con un séptimo puesto, pero estuvo lejos de la victoria, más que nunca, por culpa de Bryson DeChambeau. El estadounidense se llevó su tercer triunfo en el circuito saudí, primero desde septiembre de 2023, dominando de principio a fin gracias a que su juego se adapta como un guante al recorrido coreano, de calles amplias en las que ‘el científico’ puede desplegar su poderoso golpeo sin miedo a escaparse a zonas peligrosas. De hecho, solo cometió un bogey en las tres jornadas.
De Chambeau llevaba varios torneos rozando la victoria tras malos domingos, pero ahora se ha quitado al fin ese espina y llegará como uno de los grandes favoritos al PGA Championship de dentro de dos semanas en Quail Hollow. Solo Charles Howell III, su compañero en los Crushers, le pudo inquietar en la última jornada antes de que el golfista de Modesto sentenciara con un birdie en el hoyo 17.
En el caso de Jon Rahm, su juego sigue sin estar a la altura que él mismo se exige. Su capacidad competitiva sigue intacta porque tras los diecisiete primeros hoyos, y tras haber mandado dos bolas al agua, estaba en los últimos puestos de la clasificación, pero se sacó un eagle desde fuera de green en el 18 para restañar su moral y su confianza. Sus seis bajo par de la segunda jornada le metieron entre los diez primeros, pero DeChambeau se había escapado y ayer el barrikoztarra tuvo otra jornada discreta para un total de ocho golpes bajo par que se antojan escasos para las características del campo.
Su rendimiento con el putt le colocó en la segunda mitad entre los 54 jugadores y eso fue un lastre en el torneo ya que le alejó de los birdies, un aspecto del juego en el que es el mejor del LIV Golf con más de cinco de media. En Incheon, falló demasiados putts desde distancias intermedias, entre tres y cuatro metros hacia abajo, y apenas pudo hacer once birdies en tres vueltas en unos greenes amplios, aunque con grandes oscilaciones en el terreno. Hubo en tres días varias vueltas mejores que el -6 de Rahm del segundo día, lo que vuelve a subrayar que para ganar en el circuito saudí no se puede flaquear porque el tiempo de reacción es escaso.
Con este séptimo puesto, Jon Rahm recorta en doce la distancia que le separa del líder Joaquín Niemann, que solo pudo ser vigésimo, pero saca brillo a sus tres triunfos. Entre medias, se ha colado DeChambeau, con apenas unas décimas de puntos más que el vizcaíno. En realidad, estos tres jugadores son la punta de lanza del LIV ahora mismo porque si no ganan están casi siempre en los primeros lugares. El resto del elenco va y viene, como Adrián Meronk que ganó el primer torneo y solo ha puntuado en un torneo más, y muchos siguen pasando desapercibidos, sin atisbo de elevar su nivel competitivo.
En la lucha por equipos, los Crushers de DeChambeau y Howell ganaron sobradísimos en Corea del Sur, aunque es el Legión XIII de Rahm el que lidera la clasificación tras siete torneos con una ventaja sólida de 21 puntos sobre los Fireballs de Sergio García. La próxima cita del LIV Golf será del 6 al 8 de junio en Washington DC una fase del calendario que se concentrará en Estados Unidos antes de saltar en julio a Europa.