Bittor Isuzkiza (Güeñes, 27 de diciembre de 1998) es un chaval cercano, un buenazo, como dirían en Enkarterri, su comarca. Nacido en Güeñes, pero con más recorrido vital en Gordexola, el futbolista del Barakaldo presume de una marca que se da en casos raros. El domingo vivió, con tan solo 24 años edad, su tercer ascenso a Segunda RFEF, y los tres los ha consumado con otros tantos equipos. Lo consiguió primero como jugador del Portugalete (2020), entonces la antigua Segunda División B; después triunfó en el Sestao River (2021) y en esta última ocasión con el Barakaldo, con el que aún no sabe si renovará pese a erigirse en una pieza importante para Imanol de la Sota. “No sé si llamarlo así, pero se puede decir que soy una especie de talismán… Aunque sea para estar solo en el vestuario”, bromea este segundo delantero, que se declara un futbolista “al que le gusta darlo todo en el campo, ir a presionar, chocar, ir fuerte… tengo buen juego aéreo y con los pies creo que me desenvuelvo bastante bien”, matiza el de Gordexola, que se declara “un poco friki del fútbol”.

Isuskiza –que se formó en la cantera del Barakaldo hasta que fichó por el Somorrostro, ya en la extinta Tercera División y a sus 18 años, para jugar después en los tres equipos mencionados, cuyas respectivas localidades están enlazadas entre ellas en apenas seis kilómetros– reconoce que es autocrítico. “Cuando hago las cosas mal no tengo ningún problema, y si lo tengo, en que me lo digan. Y sé cuándo hago las cosas mal. También hay partidos y partidos que no se pueden hacer bien”, se sincera, para profundizar en este reflexión: “He tenido que mejorar tácticamente, en posicionarme en el campo, aprender a leer el juego... y eso me ha costado un poco. Era más tímido, hasta que me costó empezar un poco a relacionarme con el grupo, con el paso del tiempo he ido cogiendo más físico, más intensidad, más ritmo. Y me he ido notando bastante mejor”. Un crecimiento que ha ratificado este curso en un Barakaldo que ha barrido en una liga que quiere finiquitarla con la condición de invicto. “Somos un equipo que está todo el rato atacando, atacando sin parar, intentando no perder tiempo, intentando meter, encerrar al equipo contrario en el área. Nuestros ritmos han sido muy elevados y muy pocos equipos han sido capaces de aguantarnos”, razona, para de seguido recordar los tres ascensos.

Portugalete (2019-20)

“Lo peor fue que no lo pudimos celebrar con la gente”

Llegó al Portugalete desde el Somorrostro de la mano de Ezequiel Loza, por entonces técnico jarrillero. “Fue justo cuando pasó lo del covid-19, que se suspendió la liga y se acabó antes. Y casualidad que en la última jornada nosotros acabamos ganando y el Sestao, que iba primero, perdió. Cerramos la liga como líderes de la liga regular. Tuvimos los play-offs de ascenso en agosto. La primera eliminatoria la ganamos 1-0 contra el Basconia y la segunda ante el Sestao. Lo peor fue que no lo pudimos celebrar con la gente, tuvimos que irnos cada uno a nuestra casa. El míster me empezó a dar más confianza y acabé jugando bastante. El segundo año, ya en Segunda B, también empecé con Ezequiel y los primeros partidos de liga, de hecho, los jugué titular. Los resultados del equipo empezaron a no acompañar, jugaba poco y el club decidió prescindir de algunos en invierno”.

Sestao River (2020-21)

“Ganamos el ‘play-off’ al Anaitasuna y Urduliz, en el año de la reforma de la categoría”

Aquel enero de 2021 Ander Vidal, director deportivo del Sestao River, le reclamó para alistarse con el equipo verdinegro, en Tercera RFEF. “Coincidí con él en el Somorrostro, tengo buena relación con él. Y marché allí. Estuve medio año, jugué casi todo con Igor Oca de entrenador. Quedamos terceros. Subieron directos la Real Sociedad C y el Gernika. Y después tuvimos que jugar también un play-off. Jugamos contra el Anitasuna y luego la última contra el Urduliz. Y conseguimos ascender también, fue cuando se reformó la categoría. Fuimos a cenar primero a un restaurante que nos invitó el club. Luego nos juntamos ya en Sestao con todos los aficionados. Fue una fiesta increíble. El segundo año me rompí un hueso del pie y estuve parado varios meses. No jugaba con Aitor Calle y salí en enero al Barakaldo”.

Barakaldo (2022-23)

“Este año ha salido todo redondo, ha sido maravilloso”

El Barakaldo, el club en el que se crío, le llamó enero de 2022 a petición de Nando Alonso. “Fue una circunstancia un poco difícil porque lo que pasó en el club, por la deuda con la Seguridad Social, aunque nos pagaban al día. Jugamos el play­off, pero no pudo ser. Este curso Imanol de la Sota me conocía de cuando yo estaba en el Somo. Él estaba en Lezama y yo jugaba con el hermano de Unai Núñez, con Asier. Alguna vez iba a verlo y me dijo que me conocía, que le gustaba mucho la intensidad que tenía, de cómo peleaba... Y que siguiese haciendo lo mismo, vamos. Este año ha salido todo redondo, ha sido maravilloso y tengo ganas de disfrutar el sábado, tras el partido ante el Padura, de los actos de celebración del ascenso”. Y, por último, espera seguir y dar el nivel en Segunda RFEF, en la que no pudo demostrar su valía en el Portu y en el Sestao. “He estado en ella, pero al final no llegaba a disfrutarla, como has dicho. Y sí me gustaría al final intentar aportar lo máximo que pudiese en esa categoría”, sentencia Isuskiza, cuyo deseo será jugar algún día en el equipo de su pueblo, un Gordexola que milita en la Territorial Preferente vizcaina.