La resaca ha sido dura, pero ya dice el refrán que “palos a gusto…”. Lo cierto es que la plantilla, cuadro técnico, equipo médico, auxiliares, directivos y aficionados del Barakaldo celebraron a lo grande durante la pasada madrugada la consecución del brillante ascenso a Segunda RFEF del conjunto fabril, que certificó de manera matemática el liderato del grupo IV de Tercera RFEF a falta de cinco jornadas para su conclusión gracias a su victoria en Azkoitia sobre el Anaitasuna con el gol de Iker Pedernales en el último suspiro del encuentro.

Lo cierto es que el Barakaldo ha dominado la categoría de cabo a rabo y este mismo lunes, día 20, se cumple exactamente un año de la última derrota que sufrió, en concreto la que encajó en Gasteiz ante el San Ignacio (2-1), dentro de la trigésima segunda jornada de la pasada. Desde entonces, presenta una tarjeta de 25 victorias y siete empates en los 32 encuentros que ha recorrido en los últimos doce meses.